viernes, 6 de febrero de 2015

COMENTARIO DOMINICAL V DOMINGO TIEMPO ORDINARIO CICLO B - 8 FEBRERO 2015

LAS SIRVIENTAS Y LOS SERVIDOS


PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de Job 7,1-4.6-7

Habló Job, diciendo: «El hombre está en la tierra cumpliendo un servicio, sus días son los de un jornalero; Como el esclavo, suspira por la sombra, como el jornalero, aguarda el salario. Mi herencia son meses baldíos, me asignan noches de fatiga; al acostarme pienso: ¿Cuándo me levantaré? Se alarga la noche y me harto de dar vueltas hasta el alba.
Mis días corren más que la lanzadera, y se consumen sin esperanza. Recuerda que mi vida es un soplo, y que mis ojos no verán más la dicha.».

SALMO RESPONSORIAL (Sal 146)

El Señor Sostiene A Los Humildes

Alabad al Señor, que la música es buena;
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel. R.

Él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.
Cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre. R.

Nuestro Señor es grande y poderoso,
su sabiduría no tiene medida.
El Señor sostiene a los humildes,
humilla hasta el polvo a los malvados. R.
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SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 9,16-19.22-23

El hecho de predicar no es para mí motivo de orgullo. No tengo más remedio y, ¡ay de mí si no anuncio el Evangelio! Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga. Pero, si lo hago a pesar mío, es que me han encargado este oficio. Entonces, ¿cuál es la paga?.
Precisamente dar a conocer el Evangelio, anunciándolo de balde, sin usar el derecho que me da la predicación del Evangelio. Porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles. Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles; me he hecho todo a todos, para ganar, sea como sea, a algunos. Y hago todo esto por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes.

EVANGELIO

Lectura del santo evangelio según san Marcos 1,29-39

En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar.
Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron: «Todo el mundo te busca.». Él les respondió: «Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.»
Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.

COMENTARIO

Jesús es el hombre de los caminos, de la gente y de la oración en los lugares  desiertos. Pero conoció también el calor de una casa en donde uno está seguro de ser bien recibido. Pensemos en Betania, en la casa de Lázaro, Marta y María. Pero hubo otro sitio en donde se sintió más en su casa: la casa de Pedro y de Andrés en Cafarnaún. La página  que se nos propone es tan rica que nos detenemos poco en el primer episodio, la curación de la suegra de Pedro. Sin embargo también aquí hay materia  de reflexión. Está claro que Marcos recoge lo que le contó el mismo Pedro. Mi suegra estaba en cama con fiebre muy alta. Llegó Jesús se lo dijimos, él se acercó, la tomó por la mano y la levantó, la fiebre le dejó y ella se puso a servirnos. Fíjense bien en dos palabras: “La levantó” y “se puso a servirles”. Como el milagro es siempre una enseñanza, el evangelista quiere indicarnos que el poder de Jesús nos puede levantar para que nos convirtamos en personas que sirvan. Todo esto ocurre “en la casa”.
Y la mujer que sana Jesús es la que le ofrece su hospedaje. ¡Qué seguramente no parará mientras Jesús estaba allí!. Ahora sólo tiene a los cuatro preferidos: Pedro, Andrés, Santiago y Juan. Pero pronto tendrá  a los doce, con sus esposas y sus hijos. ¡Y la gente!. Marcos dice un poco más adelante: “Acudían a él de todas partes, de forma  que no le dejaban tiempo ni para  comer”. Todo esto no le  resulta   muy   agradable  a  la  dueña  de la casa que ve cómo se le enfría la comida. Nos imaginamos a la suegra de Pedro haciendo frente a todo aquello, como tantas mujeres que  tienen el genio de la hospitalidad con todo lo que esto supone de generosidad y de discreción. “Les estuvo sirviendo” Vale la pena meditar sobre “las sirvientas”. Tanto si nos sentimos llamados nosotros mismos a esta vocación como si necesitamos tomar más  conciencia de nuestra actitud con todas esas personas abnegadas. Bromear jamás con la palabra  suegra. Las caricaturas y los chistes crean una atmósfera malsana en torno a una función que es muy delicada: no obligar a un hijo a dividirse entre madre  y esposa, ayudar a una nuera a ser discreta y paciente y  cuidar con gusto de los niños sin querer educarlos al margen de lo que piensan los padres. Quizás sea el momento con ocasión de este evangelio, de examinar nuestro comportamiento y nuestras palabras ante el Señor que cura todas las malas fiebres. Esposa, madre, suegra o soltera, una mujer suele hospedar a otros con frecuencia.
Si le propongo que se vea sirviendo a Jesús y a sus apóstoles, quizás se ponga  a reír o ponga mala cara: ¡Esos hombres a los que intenta dar buena cama y comida no son Jesús!. Pero  le invadirá cierto gozo al pensar en su misión: asegurar unas condiciones de vida que permitan a los apóstoles vivir felices y tranquilos.  

PLEGARIA UNIVERSAL

Pidamos al Señor de la vida que nos haga capaces de verlo en los acontecimientos difíciles de aceptar y nos ayude a tener puesta nuestra mirada en él.

1.- Por la Iglesia; para que eche las redes sin desfallecer a fin de recoger a todos los hombres sin importarle quienes son, ni de dónde vienen, ofreciéndoles convivencia y amor. Roguemos al Señor.

2.- Por el Papa Francisco, los obispos, los sacerdotes, para quien su perseverancia y confianza sean un ejemplo para todos los que queremos seguir la misión de evangelizar. Roguemos al Señor.

3.- Por las familias cansadas de remar, cansadas de echar la red sin ningún resultado; para que se acerquen al Señor y en su  nombre vuelvan a empezar de nuevo, desde la confianza, el dialogo y el perdón. Roguemos al Señor.

4.- Por los que compartimos esta eucaristía, para que no nos quedemos impasibles ante esta llamada de Jesús de volver a su proyecto de vida con todo lo que tiene de riesgo, esfuerzo y fe. Roguemos al Señor.

Señor, recibe nuestras suplicas y ayúdanos a que se hagan realidad. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo que contigo vive y reina por los siglos de los siglos. Amen.

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes: Gn 1, 1-19; Sal 103, 1-2.5-6.10.12.14.35; Mc 6, 53, 56.
Martes:  Santa Escolástica, virgen (MO) Gn 1, 20-2, 4; Sal 8, 4-9; Mc 7, 1-13.
Miércoles: Gn 2, 4b-9.15-17; Sal 103, 1-2.27-30; Mc 7, 14-23.
Se puede celebrar la memoria de Nuestra Señora de Lourdes (Blanco).
Jueves: Gn 2,  18-25;  Sal  127, 1-5;  Mc 7, 24-30.
Viernes: Gn 3,  1-8; Sal  31, 1-2.5-7; Mc 7, 31-37.
Sábado: San Cirilo, Monje y San Metodio, Obispo (MO) Gn 3, 9-24; Sal 89, 2-6.12-13; Mc 8, 1-10.

Domingo: VI del tiempo ordinario. Lev 13, 1-2.44-46; Sal 31, 1-2.5-11; 1Cor 10, 31-11, 11; Mc 1, 40-45.