VIVIR CON LA CIZAÑA
COMENTARIO
Estamos ante una
lección de realismo; aceptar a vivir en un mundo en el que hay por todas partes
buenos y malos, trigo y cizaña. A veces esto resulta tan duro que siente uno la
tentación del celo; ¡arranquemos la cizaña! Jesús hablaba a personas llenas de
esta impaciencia: ¿Por qué tantos malhechores?, ¿Qué espera Dios para
liquidarlos a todos? Es exactamente la idea que Juan Bautista tenía del Mesías
como destructor implacable del mal: “¡Van a verlo! Trae la horquilla en la mano
para aventar sus granos y reunir el trigo en su granero; la paja en cambio la
quemará en una hoguera” (Mt.3 12).
Jesús tiene que
calmar estas impaciencias. ¡Y las nuestras! Sí, habrá un juicio al final de los
tiempos. Y entonces el juez será únicamente Dios.
A veces nos tomamos
por Dios: “Aquí, las personas decentes, allí, los irrecuperables, ¡al fuego!
Siempre ha existido una tentación en los mejores cristianos: formar todos
juntos un hermoso campo de trigo. Es una pena que haya tanta cizaña en el
mundo; lo menos que podemos hacer es limpiar nuestro terreno, vivir entre
verdaderos creyentes, entre gente limpia y bien educada. Se sueña con una
Iglesia de puros, con una parroquia pura, con una comunidad pura, con una familia
pura. ¡Arranquemos la cizaña! Estamos aquí, ante una peligrosa tendencia a la
secta; nada más que voluntarios y gente selecta, nada más que los que se
conformar con las reglas; nada de desviados, nada de débiles, nada de
semi-convencidos. Existen ciertamente grupos homogéneos que son fervorosos,
heroicos; es el caso típico de los comienzos de las órdenes religiosas. Pero
hay otros muchos mundillos escogidos contaminados por el orgullo del buen
trigo: detestan la cizaña.
Jesús ve a su
Iglesia de un mundo muy distinto. Un pueblo de amplia acogida y de paciencia,
un pueblo de gente bonita y de gente fea. Un pueblo de humildad y de esperanza.
Humildad. ¿Quién
eres tú para eliminar la cizaña?, ¿Te crees campo de trigo?, ¿Por qué no? Pero
un campo mezclado. Mira tu corazón y tus hechos; así tolerarás mejor que los
otros en el mundo y a tu alrededor sean también una mezcla sagrada.
Esperanza. Esa
mezcla es una esperanza. Nadie es enteramente puro, pero tampoco hay nadie que
sea enteramente malo. Todos pueden ir evolucionando positivamente, ¡gracias a Dios!
Cuando se nos acepta pacientemente con nuestras taras, guardamos cierta
esperanza de mejorar. Y cuando somos
nosotros los que aceptamos la cizaña, seguimos en contacto con ellos y podemos
ayudarles a convertirse en trigo. Esta parábola de la paciencia es una
maravillosa parábola del progreso.
R.P. Roland Vicente
Castro Juárez
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 53, 6.8
Dios es mi auxilio,
el Señor sostiene mi vida. Te ofreceré un sacrifico voluntario, dando gracias a
tu nombre, que es bueno.
ORACION
COLECTA
Muéstrate propicio con tus siervos, Señor, y multiplica compasivo los
dones de tu gracia sobre ellos, para que, encendidos de fe, esperanza y
caridad, perseveren siempre, con observancia atenta, en tus mandatos. Por
nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del libro de la Sabiduría 12, 13.16-19.
Fuera de ti, no hay otro Dios que cuide de
todo, ante quien tengas que justificar tu sentencia. Tu poder es principio de
justicia, y tu soberanía universal te hace perdonarlos a todos. Tu demuestras tu fuerza a los que dudan de tu
gran poder, y confundes, el atrevimiento de los que no lo conocen. Tú, poderoso
soberano, juzgas con bondad y nos gobiernas con gran misericordia, porque
puedes hacer cuanto quieres. Obrando así, enseñaste a t pueblo que el justo
debe ser compasivo, y diste a tus hijos la dulce esperanza porque, después del
pecado, das lugar al arrepentimiento.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 85)
Tú, Señor eres
bueno y clemente.
Tú, Señor, eres bueno y
clemente, rico en misericordia con los que te invocan, Señor, escucha mi
oración, atiende a la voz de mi suplica. R.
Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor; bendecirán tu nombre: “Grande eres tú, y
haces maravillas, tu eres el único Dios. R.
Pero tú, Señor, Dios
clemente y misericordiosos, lento a la cólera, rico en piedad y leal, mírame,
ten compasión de mí. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Romanos 8, 26-27.
Hermanos: El Espíritu viene en ayuda
de nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos orar como es debido, pero el
Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no se pueden expresar con
palabras. Por su parte, Dios, que examina los corazones, sabe cuál es el deseo
de ese Espíritu, que intercede por los creyentes según la voluntad de Dios.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mt 11, 25
Aleluya. Bendito
seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has revelado los secretos del
Reino a la gente sencilla. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo evangelio según san Mateo 13, 24-43.
En aquel tiempo, Jesús propuso otra parábola a
la gente: “El Reino de los Cielos se parece a un hombre que sembró buena
semilla en su campo; pero, mientras la gente dormía, su enemigo fue y sembró
cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba
la espiga, apareció también la cizaña. Entonces fueron los trabajadores a
decirle al amo: “Señor, ¿No sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale
la cizaña? Él les dijo: “Un enemigo lo ha hecho”. Los trabajadores le preguntaron:
“¿Quieres que vayamos a arrancarla?”. Pero él les respondió: “No, porque, al
arrancar la cizaña, podrían arrancar también el trigo. Déjenlos crecer juntos
hasta la cosecha, y cuando llegue la cosecha, diré a los que han de recogerla:
“Arranquen primero la cizaña y atenla en manojos para quemarla y el trigo
almacénenlo en mi granero”. Les propuso esta otra parábola: “El Reino de los
Cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es
la más pequeña de las semillas, cuando cree es más alta que las hortalizas; se
hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en
sus ramas”. Les dijo otra parábola: “El Reino de los Cielos se parece a la
levadora: una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo
fermente”. Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas y sin parábolas no
les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: “Abriré mi boca
diciendo parábolas, anunciare lo secreto desde la fundación del mundo”. Luego
dejo a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle:
“Acláranos la parábola de la cizaña en el campo”. Él les contesto: El que
siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena
semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del
maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del
tiempo, y los que recogen la cosecha, los ángeles. Así como se arranca la
cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviara a sus
ángeles, y arrancaran de su Reino a todos los corruptores y malvados y los
arrojaran al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
Entonces los justos brillaran como el sol y el Reino de su Padre. El que tenga
oídos, que oiga”.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Invoquemos a Dios
que en su misericordia cuida de su pueblo, y digámosle con confianza: R.- Te rogamos, óyenos.
1.- Por la Iglesia: para que mirando a Jesús sea
cada vez más humana, cercana y solidaria con la humanidad. Oremos. R.
2.- Por el Papa y los Obispos: para que el
Espíritu de Jesús venga en ayuda de su debilidad y les conceda pedir lo que
conviene al pueblo de Dios. Oremos. R.
3.- Por los que hacen el mal: para que el
Señor les transforme el corazón. Oremos.
R.
4.- Por los cristianos: para que demos
testimonio del Evangelio sin triunfalismo, pero con fidelidad. Oremos. R.
5.- Por los difuntos: para que gocen en el
Reino de Dios, nuestro Padre. Oremos. R.
6.- Por nosotros: para que la Palabra nos
transforme en hijos de la luz y testigos del amor. Oremos. R.
Tú, que eres
poderoso, acoge las suplicas que te presentamos y no permitas que vivamos
alejados de tu presencia. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Oh, Dios que has llevado a la
perfección del sacrificio único los diferentes sacrificios de la ley antigua,
recibe la ofrenda de tus fieles siervos y santifica estos dones como bendijiste
los de Abel, para que la oblación que ofrece cada uno de nosotros en alabanza
de tu gloria beneficie a la salvación de todos. Por Jesucristo nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Ap 3, 20
Mira, estoy a la puerta y
llamo dice el Señor. Si alguien escucha mi voz y abre la puerta, entrare en su
casa y cenare con él y el conmigo.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Asiste, Señor, a tu pueblo y haz que pasemos del antiguo pecado a la
vida nueva los que hemos sido alimentados con los sacramentos del cielo. Por
Jesucristo nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 24: Ex 14, 5-18; Sal: Ex 15, 1-6; Mt 12, 38-42.
Martes 25: Hch
4, 33; 5, 12.27-33; 12, 2 (o bien: 2Co 4, 7-15); al 66; Mt 20, 20-28.
Miércoles 26: Ex 16, 1-5.9-15; Sal 77; Mt 13, 1-9.
Jueves 27: Ex
19, 1-2.9-11.16-20b; Sal: Daniel 3, 52-56; Mt6 13, 10-17.
Viernes 28: Is 9,
1-3. 5-6; Sal: Jdt 13, 18bcde.19; Flp 4, 4-9; Lc 1, 39-47.
Sábado 29: Ex
24, 3-8; Sal 49, Jn 11, 19-27 (o bien: Lc 10, 38-42).
Domingo 30: 1R
3, 5.7-12; Sal 118; Rm 8, 28-30; Mt 13, 44-52.
COMENTARIOS
AL EVANGELIO
Mt 13, 24-43
1. - La llamada de atención con que se cierra la aclaración de la
primera de las parábolas pone en guardia al discípulo de Jesús contra un riesgo
que puede derivarse del hecho de experimentarse ciudadano del Reino de Dios. Es
el riesgo de erigirse en guardián y juez de las situaciones y de la conducta
ajena. A lo que el discípulo es invitado es a ser, sin más, buena semilla, no a
compararse con los demás ni a establecer juicios de valor sobre lo que los
demás sean. Un discípulo auto-complacido y fiscalizador resulta un espectáculo
triste y desafortunado. La segunda parábola le recuerda, además, al discípulo
que la realidad del Reino de Dios no está sujeta a sus criterios y juicios
personales de valor. En el Reino de Dios tienen cabida todos, incluidos
aquellos que el discípulo tal vez menos sospecha. ¡Que no nos vaya a pasar lo
que a los judíos religiosos contemporáneos de Jesús! La invitación a ser buena
semilla se completa con una nueva invitación en la tercera parábola a ser
levadura, es decir, fuerza transformadora del medio ambiente en el que el
discípulo viva.
ALBERTO BENITO - DABAR 1990/38.
2. IMPACIENCIA/MAL: EL ESCÁNDALO DE
LOS SIERVOS CONSISTE EN QUE LA CIZAÑA NO SEA ARRANCADA AHORA MISMO. NO SE
ENTIENDE LA PACIENCIA-POLITICA DE DIOS. SALVARNOS.
Como la parábola del sembrador, también la del trigo y la cizaña va
seguida de una explicación. Sin embargo, la parábola y la explicación no
pertenecen al mismo nivel de tradición: la primera se debe a Jesús, la segunda
pertenece a la comunidad. Esto nos impone dos lecturas: la parábola en sí misma
y, luego, la parábola a la luz de su explicación.
La parábola enseña que en el campo hay buenos y malos (pero los hombres
no están en condiciones de saber quiénes son los buenos y quiénes son los
malos). La presencia de la cizaña no constituye una sorpresa. Y, sobre todo, no
es señal de fracaso. La Iglesia no es la comunidad de los salvados, de los
elegidos, sino el lugar donde podemos salvarnos. La Iglesia no se cierra a
nadie.
Existen siempre "siervos impacientes" que querrían anticipar
el juicio de Dios; pero el juicio de Dios no debe anticiparse; no está
reservado a los hombres. Los hombres no saben juzgar; no conocen el metro de
Dios. Además, es Dios el que establece la hora; el bien y el mal deben llegar a
sazón, a su plenitud; san Pablo diría a su "parusía". El centro de la
parábola no se encuentra simplemente en la presencia de la cizaña, ni tampoco
meramente en el hecho de que más tarde el trigo será separado de la cizaña.
El centro lo constituye el hecho de que la cizaña no sea arrancada
ahora. Esto es lo que suscita la sorpresa y el escándalo de los siervos: esta
política de Dios, esta paciencia suya.
Es obvio que la parábola quiere responder a una exigencia. Y es bastante
fácil comprender que se trata de una exigencia presente en la comunidad y, ya
antes, presente en la situación histórica de Jesús. Si nos colocamos en la
situación de la comunidad, podemos advertir que la comunidad primitiva estuvo
siempre agitada por el problema del escándalo frente a los pecados ocurridos
después del bautismo.
Sabemos, por ejemplo, que existió una polémica sobre la posibilidad de
perdonar o no perdonar los pecados después del bautismo. Por lo demás, hay
textos significativos: "Nada juzguéis antes de tiempo, hasta que venga el
Señor, que iluminará los escondrijos de las tinieblas y declarará los
propósitos de los corazones (1 Co 4. 5). Como se ve, la comunidad primitiva
padeció pronto la tentación de la rigidez.
Pero podemos también colocarnos en la situación de Jesús. En su tiempo
existía el movimiento fariseo, que pretendía ser el pueblo santo, separado de
la multitud de los pecadores. También existía el movimiento de Qumran, con su
idea de oposición y separación, de rígida santidad, que exigía rechazar a
cuantos no eran puros. Y estaba la misma predicación del Bautista (Mt 3. 12),
que anunciaba al Mesías como el que cribaría el grano y lo separaría de la
cizaña. Llega Jesús y parece hacer lo contrario de todas estas tentativas: no
se separa de los pecadores, sino que va con ellos. Incluso tiene en el círculo
de los doce a un traidor.
Podemos, pues, decir que los zelotes, fariseos y Qumran querían las
cosas nítidas; pretendían que el Reino interviniese de modo claro; afirmaban la
santidad a costa de la separación. En este contexto se comprende toda la fuerza
polémica de la parábola de Jesús. No es tanto una predicación moral, una
invitación a la paciencia, sino una explicación teológica: una explicación de
la política del Reino de Dios, una extraña política de tolerancia. El mensaje
es éste: ha llegado el Reino, aunque no lo parezca, aunque Israel no se haya
convertido y aunque siga habiendo pecadores.
BRUNO MAGGIONI - EL RELATO DE MATEO - EDIC. PAULINAS/MADRID 1982.Pág.
144.
3.- Contexto. El viejo Pueblo religioso es un obstáculo para la Palabra
que ha resonado en los caps. 5-7. Sólo el nuevo Pueblo la entiende y
fructifica.
Texto. Como pasaba el domingo pasado, también hoy hay que distinguir dos
partes, delimitadas por el mismo doble auditorio.
Primera (vs. 24-35): Jesús y la gente. Tres parábolas escuetas.
Segunda (vs. 36-43): Jesús y los discípulos. Explicación de la parábola
de la cizaña.
Hay, sin embargo, dos cambios con respecto a la estructura del texto del
domingo pasado. Primero: el porqué de hablar en parábolas se halla en la
primera parte y no en la segunda.
Segundo cambio: el proverbio-reto ("el que tenga oídos que
oiga") va dirigido a los discípulos y no a la gente. Esto constituye una
auténtica novedad. A decir verdad, todo el texto refleja una fuerte y difícil
elaboración de materiales previos por parte del autor.
Sentido del texto.
1. Jesús en medio del viejo Pueblo de Dios(vs.24-35). Más que nunca hay
que hacer todo el esfuerzo necesario para interpretar las parábolas de hoy
dentro del engranaje de la obra. En este sentido, no se debe perder de vista
que las parábolas tienen en Mateo una función crítica respecto al viejo Pueblo.
La parábola de la cizaña continúa y avanza en la línea crítica de la parábola
del sembrador. En ésta se le echaba en cara a los fundamentalistas religiosos
(viejo Pueblo) el ser un continuo contratiempo para la cosecha. En la parábola
de la cizaña se les echa en cara el ser precisamente cizaña. Uno no puede menos
de recordar al profeta Amós en su crítica despiadada al Pueblo elegido,
cuestionando y desmontando todas sus seguridades de hombres religiosos.
Ya Amós cambió el calificativo "elegido" por el de maldito. En
cuanto religiosos, sois cizaña: ésta es la crítica que Jesús les hace. Las dos
siguientes parábolas (grano de mostaza y levadura) son sinónimas. En ellas se
apunta a la última parte de la parábola del sembrador: a pesar de los
contratiempos hay cosecha. En cuanto religiosos, tampoco sois necesarios. Otros
fructificarán abundantemente. En su comentario de los vs. 34-35, Mateo cita el
Salmo 78, 2, pero introduce un cambio en el final de la cita. Para Mateo, la
crítica religiosa de Jesús no es algo nuevo. Culmina una línea que arranca de
los comienzos mismos de la Biblia.
2. Jesús en medio del nuevo Pueblo de Dios (vs. 36-43). En la
explicación se oponen dos órdenes religiosos. Los hijos del Reino y los hijos
del Maligno son el nuevo y el viejo pueblo, pero en cuanto religiosos los dos.
No se trata de una división entre buenos y malos, sino de una división entre
dos tipos de buenos.
Los buenos al estilo de Jesús (hijos del Reino) y los buenos al estilo
fundamentalista (hijos del Maligno; cfr. esta misma dirección en Jn. 8, 39-47).
Todos son religiosos, pero puede haber religiosos que maten pensando que dan
culto a Dios (cfr. Jn. 16,2). Religión y religioso no son conceptos ni
experiencias unívocos. Un día aparecerá claro todo esto (cfr. vs. 41-43).
"El que tenga oídos, que oiga". Por tratarse de un
proverbio-reto, choca su mención en un ambiente distendido y de intimidad como
es el de Jesús con los suyos. ¿Es tal vez una llamada de atención a entender
que nunca hay Pueblo de Dios descontado? Es la suposición que me parece más
coherente.
DABAR 1981/41.