¿VENDERLO TODO?.
COMENTARIO
Jesús como vendedor de Dios. Ofrece una
oportunidad para hoy y es única: una perla y un tesoro. Y nos cuenta la
historia del hombre que encontró un tesoro y la historia del que compró la más
hermosa de las perlas”. ¿Es una gran ocasión? Descubrir que Jesús es la perla y
el tesoro. Una lectura, un encuentro, un retiro, una alegría o un dolor muy
intenso, y de pronto comprendemos; la vida es Jesús. Bajo esta luz, todo se
simplifica, todo toma un sentido, en adelante sabemos por qué y cómo vamos a vivir.
Tenemos que aprovechar esta ocasión. Estas
dos bellas parábolas son las que nos juzgan. Quieres la perla, quieres el
tesoro, pero sigues adelante sin decidirte a venderlo todo para comprarlos.
Porque esta ocasión es maravillosa, pero cuesta caro. El campesino vendrá “todo
lo que posee” el negociante vendrá “todo lo que posee”. Si no hubiera que pasar
por esta venta, todos aceptaríamos enseguida a Jesús. ¿Qué venta? No puedo
responder por ustedes. Yo sé muy bien lo que a mí me cuesta vender, y creo que,
si miran un poco su vida en este momento, verán también que es lo que les
impide comprar la perla y el tesoro.
Estas dos mini-parábolas son en el fondo la
llamada más dura a la renuncia. “Venderlo todo”, si quiero comprar la vida. En
términos claros esto significa: renunciar a lo que me impide elegir a Jesús.
Por tanto, tengo que vender mis seguridades, mis egoísmos, mis suficiencias,
mis perezas, mis orgullos. Cada vez que aparecen estas parábolas sentimos un
impulso. ¡Para ganar a Jesús, vamos a renunciar a esto y a aquello!, ¡Ya está hecho!
Pero, desgraciadamente, no está hecho. Y procuramos salvar las apariencias
pensando; no voy a ponerme a jugar a san Francisco.
La renuncia para adquirir la perla puede
llegar a las formas extremas que tuvo en San Francisco, pero el evangelio es
para todos. Jesús no predica solamente a unos cuantos profetas espectaculares
de la renuncia, ni predica tampoco un sueño. Su “venderlo todo”, es difícil,
pero debe ser posible para cualquier hombre en cualquier situación. Simplemente,
hay que decir que no se sigue a Jesús con toneladas de confort o con montañas
de reservas ante una de sus exigencias precisas, por ejemplo, la del perdón.
“Venderlo todo” puede significar un despojo muy duro del amor propio o una
generosidad en el terreno económico algo loca, o la opción heroica de la
confianza ante una terrible enfermedad. Y también desde luego, el sí a una
vocación.
En estas dos parábolas, en las que cada una
de las palabras está pensada, hay un inciso que nos dice hasta qué punto
escoger a Jesús es una formidable ocasión que hay que aprovechar, aunque nos
cueste mucho: “En su alegría”. Loco de alegría el hombre que encontró el tesoro
va a venderlo todo. La oportunidad más grande de nuestra vida es cuando el
“venderlo todo” está devorado por el fuego de la alegría.
R.P. Roland Vicente Castro Juárez.
ANTIFONA DE ENTRADA Sal 67, 6-7. 36.
Dios vive en su
santa morada. Dios, el que hace habitar juntos en su casa. El mismo dará fuerza
y poder a su pueblo.
ORACION
COLECTA
Oh, Dios, protector de los que en ti esperan y sin el que nada es
fuerte ni santo; multiplica sobre nosotros tu misericordia, para que,
instruidos y guiados por ti, de tal modo nos sirvamos de los bienes pasajeros
que podamos adherirnos ya a los eternos. Por nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Lectura del primer libro de los Reyes 3, 5.7-12.
En aquellos días, el Señor se apareció en
sueños a Salomón y le dijo: “Pídeme lo que quieras”. Respondió Salomón: “Señor,
Dios mío tú has hecho que tu siervo suceda a David, mi padre, en el trono,
aunque yo soy un muchacho y no se desenvolverme.
Tu siervo se encuentra en medio de tu pueblo,
un pueblo inmenso, incontable, innumerable. Da a tu siervo un corazón dócil
para gobernar a tu pueblo, para discernir el mal del bien, pues ¿Quién sería
capaz de gobernar a este pueblo tan numeroso?”. Al Señor le agrado que Salomón
hubiera pedido aquello, y Dios le dijo: “Por haber pedido esto y haber pedido
para ti vida larga ni riquezas ni la vida de tus enemigos, sino que pediste
discernimiento para escuchar y gobernar, te concederé lo que me has pedido: te
doy un corazón sabio e inteligente, como no lo ha habido antes ni lo habrá
después de ti”.
SALMO
RESPONSORIAL (Sal 118)
¡Cuando amo tu
voluntad, Señor!
Mi herencia es el Señor;
he resuelto guardar tus palabras. Mas estimo yo los preceptos de tu boca que
miles de monedas de oro y plata. R.
Que tu bondad me consuele,
según la promesa hecha a tu siervo; cuando me alcance tu compasión, viviré, y
mis delicias serán tu voluntad. R.
Tus preceptos son
admirables, por eso los guarda mi alma; la explicación de tus palabras ilumina,
da inteligencia a los ignorantes. R.
SEGUNDA LECTURA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los
Romanos 8, 28-30.
Hermanos: Ya sabemos que todo
contribuye para bien de los que aman a Dios; a los que ha llamado conforme a su
designio. A los que había escogido, Dios los predestino a ser imagen de su
Hijo, para que El fuera el primogénito de muchos hermanos. A los que
predestino, los llamo; a los que llamo, los justifico; a los que justifico, los
glorifico.
ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO
Aleluya. Bendito
seas, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has revelado los secretos del
Reino a la gente sencilla. Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del santo
evangelio según san Mateo 13, 44-52.
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: “El
Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en el campo; el que lo
encuentra lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, va a vender todo lo que
tiene y compra el campo. El Reino de los Cielos se parece también a un
comerciante que busca perlas finas que, al encontrar una de gran valor, se va a
vender todo lo que tienen y la compra. El Reino de los cielos se parece también
a la red que se echa al mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la
sacan a la orilla, y sentándose, recogen en canastos los buenos y tiran los
malos. Lo mismo sucederá en el fin del mundo, saldrán los ángeles, separaran a
los malos de los buenos y los echaran al horno encendido. Allí será el llano y
el rechinar de dientes, ¿Entienden bien todo esto? Ellos le contestaron: “Si”.
Él les dijo: “Ya ven, un maestro de la ley que entiende del Reino de los Cielos
se parece a un dueño de casa que va sacando de sus tesoros lo nuevo y lo
antiguo.
PLEGARIA
UNIVERSAL
Oremos a Dios para
que bendiga a su pueblo y nos de fuerzas e ilusión que nos motive a
dejarlo todo por el Reino. Digamos: R.- Te rogamos, Óyenos.
1.- Para que la Palabra de Dios predicada y vivida
por los cristianos atraiga a muchos a su Reino. Oremos al Señor. R.
2..- Para que los que ejercen el ministerio
del gobierno pastoral en la Iglesia lo
hagan con la sabiduría, sencillez y humildad que les viene de Dios. Oremos al Señor. R.
3.- Para que nuestros gobernantes conduzcan a
nuestro país con justicia, honestidad y rectitud. Oremos al Señor. R.
4.-
Para que las comunidades cristianas separamos escuchar la voz de Dios
que resuena en los pobres, oprimidos y marginados. Oremos al Señor. R.
5.-
Para que los jóvenes no dejen pasar la oportunidad de seguir al Señor,
que los llama y para que siguiéndolo sean generosos en la entrega. Oremos al Señor. R.
6.- Para que seamos imagen viva de Cristo y
colaboradores fieles de su misión. Oremos
al Señor. R.
Te lo pedimos a ti,
que ordenas todo para bien de los que te aman. Por Jesucristo nuestro Señor.
ORACION SOBRE LAS OFRENDAS
Recibe, Señor, las ofrendas que te presentamos gracias a tu
generosidad, para que estos santos misterios, donde tu poder actúa eficazmente
santifiquen los días de nuestra vida y nos conduzcan a las alegrías eternas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
ANTIFONA DE COMUNION Sal 102, 2
Bendice, alma mía, al
Señor y no olvides sus beneficios.
ORACION DESPUES DE LA COMUNION
Hemos recibido, Señor, el santo sacramento, memorial perpetuo de la
pasión de tu Hijo; concédenos que este don, que el mismo nos entregó con amor
inefable, sea provechoso para nuestra salvación. Por Jesucristo nuestro Señor.
PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA
Lunes 31: Lv 25, 1.8-17; Sal 66; Mt 14, 1-12
Martes 01: Ex 33, 7-11; 34, 5b-9.28; Sal 102; Mt 13,
36-43.
Miércoles 02: Ex 34, 29-35; Sal 98; Mt 13, 44-46.
Jueves 03: Ex 40, 16-21.34-38; Sal 83; Mt 13, 47-53.
Viernes 04: Lv 23, 1.4-11.15-16.17.27, 34b-37; Sal 80;
Mt 13, 54-58.
Sábado 05: Lv 25, 1.8-17; Sal 66; Mt 14, 1-12.
Domingo 06: Dn 7,
9-10.13-14; Sal 96; 2P 1, 16-19; Mt 17, 1-9.
COMENTARIOS AL
EVANGELIO
Mt 13. 44-52
1. PARA/TESORO: D/TESORO DEL HOMBRE
-El reinado de Dios: Jesús comenzó su vida
pública en Galilea anunciando el reinado de Dios, proclamando su venida, y ése
es, sin duda, el contenido de su evangelio. Pero ¿en qué consiste ese reinado y
a qué podemos compararlo? Jesús, para enseñar a las gentes el misterio del
reinado de Dios, hacía constantemente uso de hermosas parábolas, que tomaba de
la vida cotidiana: el reinado de Dios -les decía- se parece a un labrador que haya
un tesoro en el campo y luego va y lo esconde de nuevo...; se parece también a
un mercader que encuentra una perla fina en el mercado y, después de vender
todo lo que tiene..., etc, o a unos pescadores que echan la red barredera y
cogen pescados grandes y pequeños y luego, sentándose en la orilla..., etc.
Jesús, el Maestro, se acercaba a cada cual hablando su lenguaje: al labrador le
recordaba sus labores, al mercader sus negocios, a los pescadores sus faenas, y
cuando se dirigía a las amas de casa les hablaba de cómo se hace un remiendo, o
de cómo se barre una habitación para encontrar una moneda extraviada... Sin
embargo, el mensaje era el mismo para todos. Con su evangelio, con su buena
noticia, descendía al terreno que les era en cada caso más conocido, pero les
llamaba a todos indistintamente a lo más deseado y a lo que, en el fondo, a
todos interesaba en absoluto.
Si nos fijamos en las parábolas de Jesús,
observaremos también que en ellas el reinado de Dios se compara siempre a un
suceso, y nunca a una cosa. No es propiamente como un tesoro, ni como una
perla, ni como una red barredera..., sino que en él sucede algo semejante a lo
que le pasa al labrador con el tesoro, al mercader con la perla y a los
pescadores con la red que echan al mar. De modo que no sabríamos nada del
reinado de Dios, si no supiéramos lo que sucede con todas estas cosas, porque
el punto de comparación está en el suceso. Por eso, en las parábolas predomina
el relato sobre la descripción. Y de ahí podemos sacar ya la primera enseñanza:
lo primero que nos quiere decir Jesús en todas las parábolas,
independientemente del argumento, es que nadie puede entrar en el reinado que
anuncia como si tomara en propiedad una cosa, adquiriera un estado o una
posición, sino más bien como alguien que se enrola decididamente en una
dinámica y comienza a vivir una vida nueva. Entrar en el reinado de Dios es
tomar parte en la historia de salvación. Los discípulos de Jesús, los que creen
en el evangelio peregrinan entre el consuelo y la esperanza, viven entre el
"ya" y el "todavía no".
* Se parece a un tesoro...: La nueva vida
comienza por la gracia de Dios. El tesoro escondido no lo produce el campo con
el esfuerzo del labrador y la perla fina vale más que todo lo que está
dispuesto a dar el que la encuentra. Precisamente por eso se trata de una vida
nueva, insospechada, más allá de todos nuestros méritos y trabajos, que no
podemos producir, que sólo podemos encontrar y recibir. Y por eso es también lo
más gratificante, porque es verdaderamente gratuito. De ahí la gran alegría del
que la encuentra. Lo inapreciable, lo que no tiene precio, lo que no se puede
comprar ni producir, es lo que realmente vale y todo es nada en su comparación.
* Dios es el tesoro del hombre: Desde el
punto de vista del hombre que busca, el tesoro viene a ser como una utopía: no
sabe dónde está, ni tan siquiera si lo hay en alguna parte. Sólo conoce que lo
necesita, sólo siente la inquietud de su corazón: "Donde está tu tesoro
allí está tu corazón". Pero ¿dónde tiene el corazón? Por eso busca
incesantemente, por eso anda desorientado y errático, por eso busca el sentido
de su vida. Pero en estas circunstancias el hombre puede agarrarse al dinero,
al poder, a la fama, a la droga, etc. Pero el verdadero tesoro del hombre no es
cualquier cosa, sino el mismo Dios. Escondido en nuestro mundo, cubierto por la
carne crucificada de Jesús de Nazaret, perdido entre los pobres, identificado
con ellos, está el tesoro del hombre. Es ahí donde Dios se ofrece a los que le
buscan. Dios mismo se ha hecho el encontradizo en el hombre y para el hombre,
aquí en medio de nosotros, Jc es el "lugar de Dios" y el hombre -el
otro, el pobre, el hermano- es el "lugar" de encuentro con JC. El
tesoro del hombre, lo que da sentido a su vida, ya no es para los creyentes lo
que no existe en ninguna parte, ya no es una utopía.
* Llenos de inmensa alegría: El que encuentra
a Dios en JC y en aquellos con los que se ha identificado JC, se siente libre
de todo a lo que estaba sometido y experimenta una gran alegría. Se siente
agraciado por el Amor y libre para el amor. Libre para dar la vida, libre para
dar todo lo que es menos que la vida. Y en ese encuentro todo tiene ya sentido,
porque ahora sabe dónde tiene el corazón.
EUCARISTÍA 1981/36
2. /Jr/20/07: FE/A: LA FE ES UN ENAMORAMIENTO.UNA SEDUCCIÓN.
-Un tesoro escondido en un campo.- ¡Aquellos
hombres lo hacen tan espontáneamente esto de venderlo todo! No como un
sacrificio costoso, sino con una decisión alegre, porque ante el descubrimiento
que acaban de hacer nada tiene valor. No se trata pues, de una gimnasia
ascética de renuncias y sacrificios para poderse ganar el Reino. Se trata de
ser ganados por el Reino, de quedar enamorados del Reino. La fe es un
enamoramiento de Dios, una seducción: "me has seducido, Señor y me he
dejado seducir" (Jr 20. 7). ¿Por qué el tesoro del Reino no tiene en
nosotros esta fuerza de atracción?, ¿por qué no actúa como el norte de una
aguja imantada? ¿Por qué nuestro discurso es aburrido y en absoluto
interesante, y Dios aparece como una mercadería sin comprador? Mirad, en
cambio, el eco de los teólogos de la liberación. ¡Y anuncian al mismo Dios y
predican el mismo Reino!
J. TOTOSAUS - MISA DOMINICAL 1987/15
3. /Mt/13/52.
El texto termina con una referencia a los
letrados que se han convertido al Evangelio, y que constituían un sector al que
se debió prestar especial atención en la Iglesia primitiva, puesto que
aportaban un caudal de conocimientos y de reflexión sobre la Escritura que sin
duda resultaría estimulante para aquella primera comunidad.
Esos letrados eran capaces de "sacar del
arca", junto con "lo nuevo" de Jesús, "lo antiguo" del
A.T. que resultase valioso y útil para el camino de la comunidad. De ahí se
puede deducir también una enseñanza general: de toda realidad, sea del tipo que
sea, se pueden sacar cosas valiosas. Se trata simplemente de saber discernir
según los criterios del Reino.
J. LLIGADAS - MISA DOMINICAL 1990/15
......................
Jesús nos habla en la conclusión de un
letrado o maestro de la ley que se hace discípulo del Reino de Dios. Alguien
que sabe juntar lo bueno y valioso de lo antiguo con lo bueno y valioso de lo
nuevo. Es toda una sabiduría. Y pone Jesús como una nueva parábola. Es como el
padre de familia o amo de casa que sabe sacar oportunamente de su arcón la
cosas nuevas y viejas.
No cabe duda que es toda una sabiduría saber
conservar de lo antiguo todo aquello que merece ser conservado y, al mismo
tiempo, estar abiertos a recibir toda novedad buena. Es una actitud que Jesús
quiere para sus discípulos.
En una sociedad como la actual en que abundan
tanto los iconoclastas del pasado, también entre los cristianos, viene bien
esta sentencia del Señor.
Hay que ser conservadores de todo cuanto
merezca la pena ser conservado y esto tanto en la cultura como en la fe y en la
naturaleza. Sin avergonzarnos nunca de ello y sabiendo que únicamente desde ahí
es como se sabe apreciar y saborear lo nuevo. Quien no tiene los pies bien firmes
en el suelo de la tradición y de la historia humana siempre estará en el aire y
pronto al traspiés. Sólo con los pies bien firmes en el presente se puede otear
con serenidad el futuro.
Esto no es apuntarse a la rutina, a la
pasividad y a lo arcaico, cosas totalmente incompatibles con la novedad y
radicalidad del Evangelio de Jesús.
MARCOS M. DE VADILLO - DABAR 1990/39
......................
Un buen letrado es Jesús que saca de la
historia de su pueblo algo tan antiguo como la salvación y el Reino de Dios, que
le da un sentido tan radicalmente nuevo y distinto que no es reconocido por sus
contemporáneos: la apertura del Reino a todos los hombres, cualquiera que sea
su origen, raza o cumplimiento, porque el Dios de Abrahán no es sólo de Abrahán
sino de todos los hombres y a todos extiende su promesa de elección y
salvación.
J. ALEGRE ARAGÜES - DABAR 1987/39
3-4.
Contexto. Continuamos dentro de la sección
reflexiva iniciada hace dos domingos. El evangelio de hoy tiene como
interlocutores de Jesús a los discípulos, no a la gente. (Es totalmente erróneo
el encabezamiento del texto litúrgico. Procúrese corregirlo, leyendo
"discípulos" en vez de "gente".) Recordamos que para Mateo
discípulos son los que escuchan el programa del monte y lo ponen en práctica.
Texto. Tres parábolas (vs. 44-50).
Interpelación a los discípulos (v. 51a). Respuesta de éstos (v. 51b). Jesús
formula en forma de parábola corta la consecuencia que se deriva de esa
respuesta (v. 52). De las tres parábolas, las dos primeras tienen un mismo trasfondo:
una persona que encuentra una cosa valiosa y vende cuanto tiene para hacerse
con ella. La tercera parábola (vs. 47-50) tiene el mismo trasfondo que la
parábola de la cizaña y su aplicación escatológica (cfr. versículos 24-30,
40-42): de la misma manera que los humanos separamos los productos buenos y
malos, habrá también una separación de justos y malos.
Pre-texto. Las tres parábolas recogen modos
de proceder y escenas de la época de Jesús. En el caso del tesoro encontrado,
el modo de proceder (esconderlo) está condicionado por la legislación hebrea de
entonces; en efecto, de haberlo declarado inmediatamente, hubiera ido a parar
al propietario del terreno.
Los vs. 49-50 recogen imágenes apocalípticas
populares; su lenguaje es puramente imaginativo. Letrado o escriba:
teólogo-jurista, transmisor oficial en Israel de las leyes y tradiciones. Sentido
del texto.
1. El evangelio de hoy sólo tendrá sentido
para los discípulos, es decir, para aquéllos que habiendo escuchado el sermón
de la montaña lo ponen en práctica. Dicho con otras palabras: sólo tendrá
sentido para quienes hayan tomado opción con el Reino de los cielos.
2. Parábolas del tesoro y de la perla (vs.
44-46). Quieren reflejar la "actitud ejemplar" a tomar ante el Reino.
Haber descubierto el Reino es haber descubierto el valor supremo dentro de una
escala de valores.
3. Parábola de la red (vs. 47-50). Nuevo
aviso a los discípulos en la línea del domingo anterior. El discípulo no es
quién para determinar quiénes son buenos y malos. Esto es competencia de Dios y
sólo Él puede hacerlo patente y lo hará.
4. Versículo 51-52. La superación del
intelectual judío por la nueva imagen del discípulo de Jesús: hombre abierto,
que vive una vida encarnada en la realidad de hoy sin romper la continuidad con
la realidad de ayer.
DABAR 1978/43
5.- Texto. No es ni mucho menos seguro que
las tres parábolas de hoy vayan dirigidas a la gente, como la traducción
litúrgica ha supuesto. Mateo las presente más bien dentro del aparte de Jesús
con los discípulos, aparte que comenzaba el domingo pasado con la aclaración de
la parábola de la buena semilla y de la cizaña. La pregunta final parece
también confirmar esta distribución del texto. ¿Habéis entendido todo esto? es
pregunta característica del maestro a sus discípulos. Desde hace dos domingos
sabemos que Mateo presenta a los discípulos como las personas que entienden a
Jesús. Es cierto que las dos primeras son parábolas puras, sin aclaración o
explicación posteriores. Este dato abogaría por la gente como destinatario del
texto. Pero no es menos cierto que la tercera parábola lleva incorporada una
explicación, dato que aboga por los discípulos como destinatario.
Como el domingo pasado, también hoy las tres
parábolas se refieren al Reino de los cielos. Recuérdese lo dicho entonces
sobre esta expresión y sobre la fórmula introductoria. Las dos primeras forman
un par. Ambas presentan el mismo punto de vista: hacerse con lo que tiene
valor.
La tercera parábola abarca propiamente los
vs. 47-48. En ella se habla de pesca y de selección de lo pescado. Se trata de
dos momentos o tiempos sucesivos. Los vs. 49-50 son la aclaración o explicación
de la parábola. Obsérvese que esta aclaración se fija solamente en el segundo
de los tiempos de la parábola, el correspondiente a la selección de lo pescado,
y que está formulada en el mismo lenguaje figurado de la aclaración de la
parábola de la buena semilla y de la cizaña.
Como ya sucedía con esta aclaración, el punto
que se resalta es el siguiente: la selección de las personas no es competencia
del discípulo, sino de Dios. La parábola no tiene, pues, sentido conminatorio,
sino disuasivo; no busca amenazar con un castigo, sino mover al discípulo a
mudar de opinión.
La enseñanza de Jesús a los discípulos
finaliza con una observación sobre la tarea y función del discípulo en cuanto
persona experta en la interpretación de la Biblia. El término letrado designa,
en efecto, a tales personas. Letrado no es el que entiende del Reino de los
cielos, sino el experto en interpretación bíblica. El comienzo del v. 52 podría
traducirse de la siguiente manera: Todo letrado que sea discípulo del Reino de
los cielos se parece a un padre de familia... La tarea viene descrita con la
imagen familiar antigua del arcón del que se sacan cosas nuevas y cosas antiguas.
Muy probablemente se esconde en ella una crítica a los sabios y entendidos
judíos de los que habla Mateo en 11, 25. Tratándose de ambientes judíos se
adivina fácilmente que lo antiguo es la tradición. Pero ¿y lo nuevo?
Difícilmente puede tratarse de la actualización de esa tradición, por cuanto
los letrados judíos eran expertos en ella. Lo nuevo tiene que ir en la línea de
la captación de las perspectivas abiertas por Jesús con su persona y su
actuación.
Comentario. Una escala de valores, la que
sea, la tenemos todos. Desde ella nos entendemos a nosotros mismos y desde ella
actuamos. Las dos primeras parábolas de hoy dicen al discípulo cuál debe ser su
escala en la condición y calidad de discípulo. Por consiguiente, todo lo que no
sea entenderse y actuar desde ella equivaldrá a ser todo lo buena persona que
se quiera, pero no discípulo de Jesús. Vosotros, antes de nada, buscad el Reino
de Dios (Mt. 6, 33). He aquí formulado el valor primordial para todo el que
quiera apuntarse a discípulo de Jesús.
A estas alturas del Evangelio de Mateo no
creo que haya nadie que entienda este valor como un escape hacia arriba o una
huida hacia afuera. El Reino de Dios no es centrifugo, sino centrípeto. El
centro de este Reino es la tierra y la historia humana, pero vistas y
entendidas en colaboración y compañía de Dios. Ya sé que la palabra Dios puede
ser percibida y vivenciada de muchas maneras, no siempre ni todas justas. Las
mediaciones humanas de Dios han hecho demasiadas veces mucho mal a Dios. En
este punto conviene ser claros: no hay más mediación válida de Dios que la
ofrecida por Jesús, tal y como está consignada en los cuatro Evangelios. Tarea
del discípulo y del intérprete bíblico será dar con esa mediación y, sobre
todo, vivir desde ella. Hoy ya no valen palabras ni construcciones mentales si
no van avaladas por su correlativo práctico. Repito lo del comienzo: escalas de
valores las tenemos todos. Lo que al discípulo de Jesús se le pide es que su
escala arranque del Reino de Dios.
Así orientado el discípulo, la tercera
parábola le recuerda que no es competencia suya distribuir patentes de Reino de
Dios. La función de esta parábola no es el amenazar con el infierno, sino el
mover al discípulo a mudar de opinión y de juicio sobre las personas. Dejemos a
Dios que sea El quien determine la calidad de cada uno y no nos arroguemos
nosotros esa facultad. El hacerlo así sería un caso claro de apropiación
indebida.
A. BENITO - DABAR 1990/39
6.- Sentido del texto. El proverbio-dicho con
que terminaba el texto del domingo pasado ("el que tenga oídos, que
oiga") servía para avisar al nuevo Pueblo de Dios de que también él puede
convertirse en viejo. No hay Pueblo de Dios por descontado. En este ambiente de
aviso crítico se mueve el texto de hoy. La función crítica que tenían las
parábolas en cuanto dirigidas al viejo Pueblo se sigue manteniendo en cuanto
dirigidas al nuevo.
"¿Entendéis bien todo esto?" ¿Qué
es lo que el nuevo Pueblo tiene que entender? Primeras dos parábolas (vs.
44-46). Tiene que entender que la utopía (ese Reino de los cielos cuyas líneas
maestras han quedado perfiladas en los caps. 5-7) es un tesoro cuyo
descubrimiento relativiza todos los otros valores de la vida. Los relativiza en
el sentido de que los resitúa en un marco de perspectiva que da a la vida lozanía,
libertad y alegría. Tercera parábola (vs. 47-50). El nuevo Pueblo de Dios tiene
también que entender que en él puede repetirse el mismo fenómeno que ya se ha
puesto de manifiesto en la parábola de la cizaña y en su explicación (cfr.
domingo pasado). Tiene que entender que también él puede convertirse en un
pueblo religioso que obstaculice la utopía del Reino.
Una vez más hay que insistir que la división
en buenos y malos no es de naturaleza ética, sino religiosa. Dicho más claro:
los peces malos pueden ser personas éticamente buenísimas, tan buenas como eran
los fariseos, perfectos e intachables cumplidores de los dictámenes y
sugerencias de la ley de conciencia. El nuevo Pueblo tiene que entender que
personas buenas, pero de talante religioso fundamentalista, son cizaña y malos
peces. Recordemos lo del domingo pasado: religión y religioso no son conceptos
ni experiencias unívocas. Un día aparecerá claro esto (vs. 49-50).
"¿Entendéis bien todo esto?" La
consecuencia la saca Jesús: aprended, pues, de la historia y renovaos
continuamente; que no os suceda como al viejo Pueblo religioso.
DABAR 1981/39
7.- Dice Jesús que el letrado que entiende
del reinado de Dios se parece al padre de familia que saca de su arcón
"cosas nuevas y antiguas". En un tiempo como el nuestro en que tantas
veces nos aferramos a lo antiguo por antiguo o buscamos lo nuevo por nuevo, es
buena la lección de Jesús que señala el camino de lo profundo o fundamental, en
el cual debemos y podemos coincidir todos.
Sin tirar por la borda fácilmente lo bueno de
siempre y abiertos y creativos para todo lo nuevo que merezca la pena. Es el
camino para construir el reino de Dios.
DABAR 1981/39
8.- Mira, había una vez un comerciante, que
era un hombre muy práctico, no daba un paso si no tenía asegurada la ganancia,
no cedía ni un centavo de lo suyo, y más bien trataba de engañar al prójimo; un
hombre deshonesto que sólo miraba al dinero.
Un día encontró, probablemente en el mercado
de las pulgas, una perla preciosa; se dio cuenta inmediatamente que valía
mucho. E hizo lo que tú no has sido capaz de hacer: corrió a casa, vendió todo,
y rápido como un rayo volvió a comprar aquella perla, antes de que otro se la
llevara. Este hombre no era ni devoto, no fervoroso, ni honesto, pero te llevó
la delantera, te venció.
El tesoro en el campo.
Después Jesús podría contarle también la otra
parábola, la de Mt. 13, 44-46: "El reino de los cielos es semejante a un
tesoro escondido en un campo". Sabemos que los antiguos usaban a menudo
este sistema: cuando había invasiones, había peligro, hacían un hueco en la
tierra y allí escondían lo que tenían de precioso. Pero a veces sucedía que la
persona moría sin poder revelar el escondite. Hace pocos años, en Qumrán, se
encontró un tesoro de esos: tres jarras llenas de monedas, enterradas una cerca
de la otra; se ve que nadie supo dónde estaban.
Un hombre, pues, escarba y encuentra un
tesoro. Ese también es un hombre poco honesto, un especulador; por tanto, cubre
todo y lo deja como si nadie hubiera tocado nada y luego "muy
contento" -dice el Evangelio- corre a casa y vende todo".
Probablemente la esposa y los hijos le dicen:
¿qué haces? ¿Te has vuelto loco? No escucha a nadie, no tiene miedo, vende todo
y va a comprar el campo. Seguramente la gente se burla de él: ¡por qué habrá
comprado ese campo, no vale nada, es árido, no tiene agua, se ha dejado
engañar!... Pero él sigue adelante, desafía el ridículo, porque sabe que allí
está el tesoro.
Entonces Jesús probablemente le dirá a este
joven rico: mira, tú no te puedes mover si alguien no te hace comprender que tu
tesoro está en otra parte, que el bien que deseas es una Persona buena, que
busca una relación de verdad contigo. De las palabras que te he dicho, te
quedaste solamente con las primeras y dijiste: no, es imposible, es una locura,
qué dirán mis familiares, la gente... no puedo. En cambio, hubieras debido
fijarte en la última palabra: sígueme.
Es decir, era una invitación personal la que
te dirigía el Bueno, una invitación a una relación de amistad
"nueva", en la que te encontrarías a ti mismo en verdad, esa amistad
que ninguno de tus familiares y amigos que están contigo por el dinero, te
pueden dar. Tú no lo has comprendido. Así no podías. Por eso te dejé en tu
tristeza, hasta cuando no madurara en ti la necesidad de mí.
Aquí creo que podemos comenzar nuestra
oración: Señor, ¿por qué no te sé reconocer, por qué no me lanzo? Porque tú
consideras estas cosas como deberes, como cosas que hay que hacer, como bienes
que hay que hacer producir. Porque no piensas que soy Yo quien te ofrezco mi
amistad; la relación conmigo es la que está en juego. Yo soy el origen de tu
fuerza, de tu capacidad de lanzamiento. Mientras la busques en ti o a tu
alrededor, no LA encontrarás nunca.
Si yo le hubiera ordenado a ese mercader que
comprara con todo su dinero una perla que no le parecía de mucho valor, jamás
la habría comprado: la obediencia no serviría para nada. Si le hubiera dicho a
aquel hombre: compra ese campo, sin que él hubiera estado seguro que había allí
un tesoro, ¿lo habría comprado?.
Entonces, mira la fuente de donde recibe luz
la verdad de tu vida: no es el dar a los pobres o el hacer esto o aquello,
sino, en el fondo de todo, está la relación de verdad y de amistad conmigo.
Solamente aquí puedes verificar esa verdad de ti mismo que hasta ahora te pesa.
Oremos así y comprenderemos que no se trata
de hacer grandes cosas, sino de encontrar al Señor; si él empieza a hablarnos,
a ponernos en el corazón alguna cosa, entonces todo cambia, todo es distinto:
entonces se trastornan las relaciones, ya que no me importará nada lo que diga
la gente, porque he fijado mi mirada en el tesoro que es él, Jesús.
Quiero contarles un hecho que me impresionó
mucho, una historieta antigua que leí durante unos ejercicios en lengua copta,
que se habla en el Antiguo Egipto, que se estudia en el Bíblico para
profundizar mejor el conocimiento del Nuevo Testamento. En esa lengua se han
conservado bellísimas sentencias de los primeros Padres del desierto, que
sabían narrar con pocas palabras situaciones humanas muy profundas.
PERSEVERANCIA/SECRETO: En este episodio se dice que un tal fue
donde uno de estos grandes Padres del desierto y le dijo: Padre mío, tú que
tienes tanta experiencia, explícame ¿por qué vienen al desierto tantos jóvenes
monjes y después muchos se devuelven; por qué perseveran tan pocos? Entonces el
anciano monje dijo: "Mira, sucede como cuando un perro corre detrás de las
liebres, ladrando. Muchos otros perros, oyéndolo ladrar y viéndolo correr, lo
siguen. Pero solamente uno ve la liebre; pronto sucede que los que corren sólo
porque el primero corre, se cansan y se detienen. Solamente el que tiene ante
sus ojos la liebre, sigue adelante hasta alcanzarla". Así, dice el anciano
monje, solamente quien ha puesto los ojos verdaderamente en el Señor
crucificado, sabe en realidad a quién sigue y sabe que vale la pena seguirlo.
Este es otro modo de contestar al joven rico:
si tú fijas los ojos en el punto exacto, es decir, si te dejas mirar por el
Señor, no sólo como Maestro, que te enseña a comportarte mejor, sino como amigo
que te invita a seguirlo, si comprendes qué ofrecimiento es el que te está
haciendo y la nueva relación que te propone cualquier elección paradójica de
vida; entonces llegarás a ser lo que Jesús, en su bondad, te llama a ser: una
persona que es Hijo del Padre y que por tanto entra en la libertad del Hijo.
Por eso, pidamos también nosotros esta
gracia, pidamos poder comprender este Evangelio que es buena noticia y no debe
entristecernos, sino llenarnos de alegría, como el mercader que encontró la
perla.
CARLO M. MARTINI - EL EVANGELIO ECLESIAL DE
S. MATEO - EDIC. PAULINAS/BOGOTA 1986.Pág. 74 s.
9.- ¿Qué quería decir Jesús con las dos
parábolas del tesoro escondido y de la perla preciosa? Más o menos esto. Ha
sonado la hora decisiva de la historia. ¡Ha aparecido en la tierra el Reino de
Dios! Concretamente, se trata de él, de su venida a la tierra. El tesoro
escondido, la perla preciosa, no es otra cosa sino Jesús. Es como si Jesús con
esas parábolas quisiera decir: la salvación ha llegado a vosotros
gratuitamente, por iniciativa de Dios, tomad la decisión, aferradla, no la
dejéis escapar. Este es tiempo de decisión.
PROPUESTA DE CANTOS DOMINGO XVII CICLO A
TEMA: APRENDER A BUSCAR Y ELEGIR EL
VERDADERO TESORO.
01.-CANTANDO LA ALEGRIA (Cesáreo Garabaín)
JUNTOS CANTANDO LA ALEGRÍA
DE VERNOS UNIDOS EN LA FE Y EL AMOR,
JUNTOS SINTIENDO EN NUESTRAS VIDAS
LA ALEGRE PRESENCIA DEL SEÑOR.
Somos la Iglesia peregrina que Él fundó,
somos un pueblo que camina sin cesar.
Entre cansancios y esperanzas hacia Dios,
nuestro amigo Jesús nos llevará.
Hay una fe que nos alumbra con su luz,
una esperanza que empapó nuestro esperar.
Aunque la noche nos envuelva en su inquietud,
nuestro amigo Jesús nos guiará.
Es el Señor, nos acompaña al caminar,
con su ternura a nuestro lado siempre va.
Si los peligros nos acechan por doquier
nuestro amigo Jesús nos salvará.
02.- VAMOS BUSCANDO (Joaquín Madurga)
VAMOS BUSCANDO LA VERDAD,
VAMOS BUSCANDO LIBERTAD.
TÚ ERES CAMINO, TÚ ERES LA VIDA
Y TÚ ERES LA VERDAD.
EN TU PALABRA, EN TU COMIDA,
CRECE LA LIBERTAD.
1. Pasos cansados son los nuestros,
pasos regados de sudor;
pasos inciertos, vacilantes,
pasos sangrantes de dolor.
Hemos oído tu Palabra,
hemos creído tu Verdad,
nuestro camino son tus huellas
y nuestra luz tu libertad.
2. Tantos esfuerzos, tantos llantos,
tantos trabajos, tanto afán,
cumplen el precio que pagamos
por encontrar la libertad.
Más nos anima la esperanza
de nuevas tierras que vendrán,
donde cumplamos la promesa
del nuevo reino de hermandad.
03.- AMOR ES VIDA
1. Amor es vida, vida es alegría
quien nunca amó, vivió sin ilusión.
Alegres cantan sus melodías
las ansiedades del corazón. (bis)
ALEGRE ESTOY, CANTANDO VOY
ESTE ES EL DIA QUE HIZO EL SEÑOR. (bis)
2. Cuando recuerdo aquel Amor divino,
que siendo Dios al suelo descendió.
Mi alma canta, mi alma goza,
porque la vida me dio el Señor. (bis)
3. Yo soy feliz por cada día nuevo,
por la ilusión de ver amanecer,
por las estrellas y por el cielo,
por la alegría de renacer. (bis)
4. Por los caminos áridos del mundo,
busco la huella de un amor feliz.
Soy peregrino, soy vagabundo,
un cielo eterno brilla hoy en mí. (bis).
04.- NOS PRESENTAMOS ANTE EL ALTAR (Néstor Jaén)
1.- Nos presentamos ante al altar,
para ofrecer y compartir,
lo que tenemos lo que esperamos,
pedazos del vivir.
A ti pedimos pueblos hermanos,
que el egoísmo, desunión,
para encontrarnos en el esfuerzo,
hacia la comunión.
A LOS GRANOS DEL PAN,
Y A LAS UVAS DEL VINO,
QUEREMOS ASOCIARNOS,
AL ANDAR EL CAMINO.
PARA QUE NOS TRANSFORMES,
EN TI SEÑOR JESÚS,
Y SEAMOS PARA EL MUNDO,
REFLEJOS DE TU LUZ.
2.- Te
presentamos nuestras familias,
las que nos dieron el amor,
y las que viven para ser signos,
de vida y comunión.
Te presentamos nuestras culturas,
notas de un inmenso cantar,
que, desde el fondo de sus riquezas,
luchan por la unidad.
3.- Te presentamos nuestros contritos,
sed de justicia y libertad,
pueblos heridos de sus derechos,
en busca de la paz.
Te presentamos nuestras iglesias,
con sus carismas para amar,
con sus opciones y sus proyectos,
nueva a evangelizar.
05.- BENDITO SEAS SEÑOR (Francisco Palazón)
BENDITO SEAS, SEÑOR,
POR ESTE PAN Y ESTE VINO
QUE GENEROSO NOS DISTE
PARA CAMINAR CONTIGO,
Y SERÁN PARA NOSOTROS
ALIMENTO EN EL CAMINO.
1. Te ofrecemos el trabajo,
las penas y la alegría,
el pan que nos alimenta
y el afán de cada día.
2. Te ofrecemos nuestro barro
que oscurece nuestras vidas
y el vino que no empleamos
para curar las heridas.
06.- VIVE DIOS (Leonardo Caro)
Cuando sientas que se queman
tus entrañas por amor
y te entregas al llamado sin temor.
Cuando están en armonía
voluntad y corazón,
te iluminas y en tu cuerpo vive Dios.
VIVE DIOS, POR SIEMPRE VIVE DIOS,
EN TU VIDA Y EN TU HISTORIA VIVE DIOS.
VIVE DIOS, POR SIEMPRE VIVE DIOS.
POR TU MUERTE Y POR TU GLORIA VIVE DIOS.
Cuando estás en la penumbra
aguardando lo peor
y desprecias la existencia y su valor.
Si no encuentras un sentido,
anda y busca en tu interior
y verás que aún en tu cuerpo vive Dios.
07.- JESUS ES UN TESORO
PARA COMPARTIR
JESÚS ESTÁ CONMIGO
Y VA CONMIGO AL CAMINAR,
EL ES EL MEJOR AMIGO
Y A TODOS LOS NIÑOS LO VAMOS A ANUNCIAR.
Hace dos mil años Dios nos dio a su hijo,
para que en la tierra volviera la amistad,
nos trajo un mensaje para redimirnos: amar a los
demás.
Ha pasado el tiempo y hay muchos de sus hijos
que no le conocen, no saben la verdad,
no tienen la suerte de los otros niños que tienen
su amistad.
Cantémosle a todos esta gran noticia:
Jesús es un tesoro que hay que compartir,
Él es alegría, paz, amor y vida, es fraternidad.
Jesús está muy cerca, está en nuestros hermanos,
en la Eucaristía y en todo lo creado.
Él nos ama mucho, Jesús es un tesoro para
compartir.
08.- DONDE ESTA TU TESORO (Brotes de Olivo)
No atesores en la tierra,
donde la herrumbre corroe,
donde los ladrones roban,
y la polilla carcome.
Atesora en las alturas,
allí la herrumbre no existe,
la polilla no devora
y el ladrón de Dios se viste.
CONFIAD EN LA VIDA,
ESPERAD SIEMPRE EN DIOS;
AL CREARTE YA TE AMABA,
Y EN TU VIDA ÉL CONFIÓ.
NO HAY FORTUNA MÁS GRANDE,
QUE ESPERAR SIEMPRE EN DIOS,
Y SI EN DIOS TÚ CONFÍAS,
ÉL VIVE EN TU CORAZÓN.
No te preocupe tu vida,
el vestido o alimento,
es más, la vida que el pan,
y que la ropa el cuerpo.
El ave nunca sembró,
ni recogió en graneros,
el Dios Padre lo alimenta:
sois vosotros más que ellos.
Tu tesoro puede estar
en el cielo o en arcón,
y donde está tu tesoro,
allí está tu corazón.
No hay riqueza más grande
que el tesoro de tu amor,
es tesoro que no muere
porque es riqueza de Dios.
09.- DANZA DE MI PAIS
Vivo en un país maravilloso, lleno de
riqueza y voluntad, Dios pintó mi alma
blanco y rojo y por nada cambio este lugar.
Mi pueblo es valiente y generoso, pobre
pero rico en dignidad y ni el sufrimiento
ni el enojo le han hecho que deje de danzar.
Y ASI DANZA, DANZA, DANZA CON SUS PENAS,
CON SUS ALEGRIAS, CON SU CAMINAR,
DANZA, DANZA, DANZA POR QUE ESPERA QUE EL
DIOS DE LA VIDA LOS LIBERARA.
Si vas a vivir en otras tierras, diles lo
que pasa aquí en verdad, cuéntales que el
odio y la miseria no nos han podido
doblegar.
Habla de toda la gente buena que ha dado
su vida por la paz y que, tras su muerte,
los que quedan se han unido para continuar.
10.- DICHOSO EL QUE AMA (Cesáreo Garabaín)
ERES MI RIQUEZA, ERES MI SEÑOR.
ERES LA ALEGRÍA, DE MI CORAZÓN.
No son más dichosos los que tienen más poder,
los atormentados por la sed de poseer.
No son más dichosos los que más dinero tienen,
los que siempre van buscando su interés.
No son más dichosos los mendigos del placer,
los que al agua turbia vienen a calmar su sed.
No son más felices los esclavos de la envidia,
los que olvidan sonreír y agradecer.
Los que siembran odios en lugar de hacer el bien,
los que ganan siempre y tienen miedo de perder.
No son más felices los hinchados y engreídos,
que desprecian lo pequeño en su altivez.
Mucho más dichosos los que aman la verdad,
los que van brindando su alegría y su bondad.
Los que nos ofrecen el amor de cada día
y reciben el amor de los demás.