viernes, 30 de mayo de 2025

LECTURAS Y COMENTARIO DOMINGO DE LA ASCENSION DEL SEÑOR CICLO C - 1 JUNIO 2025

 

MIENTRAS LOS BENDECÍA, IBA SUBIENDO AL CIELO

 

COMENTARIO

 

En el episodio de los discípulos de Emaús, la secuencia fue así: primero, la exposición y explicación de la palabra; después, la comprensión durante la "comida". Sin embargo, ahora, se cambia al orden: a la "comida" (versículos anteriores a los de nuestra perícopa) siguen las palabras (la palabra) del resucitado. "Palabra" y "comida" son, desde la revelación, elementos necesarios para la fe plena: "Les abrió el sentido para la comprensión de la Escritura". Es preciso tener en la memoria el camino de Jesús, que comenzó con la promesa y que, con la resurrección, aún no ha llegado a su fin definitivo, pues los mismos discípulos han de proseguir ese camino y llegar a esa meta con la "fuerza de lo alto". Porque en Jerusalén, que parece el final, es decir, donde todo se acaba, es precisamente donde irrumpe lo nuevo que se presenta por delante: el camino de Jesús con los suyos a los pueblos, "en su nombre".

La ascensión, la subida del Señor al cielo es el punto cardinal -así quiere entenderlo el evangelista- del que parte el camino de Jesús y a la vez el camino de la Iglesia (cf. Hch 1,8s).

En este final de Lucas cobra un tono relevante el término "mientras" (51). "Mientras los bendecía...". Lo que Zacarías no pudo terminar al comienzo del evangelio (bendecir al pueblo luego de salir del templo, pues había quedado mudo y la liturgia del AT es incompleta), lo hace Jesús al final del evangelio de Lucas. Esa bendición es un centrarse del Señor en sus discípulos: todos sus caminos están marcados por ese gesto. La bendición de Jesús marca el día del mundo. De ahí la alabanza de los discípulos a la hora de la despedida. Ellos se quedan parados, con las manos extendidas y, de momento, inmóviles, pero expectantes ante la llegada de la fuerza de lo alto y del retorno de su Señor.

Desde entonces, las manos del resucitado están abiertas sobre todos los caminos de los hombres y sobre el mundo, bendiciendo. Quien comprende esto, participa de la visión del evangelista, el mensajero de la alegría.

R.P. Roland Vicente Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA Hch 1, 11

Galileos, ¿qué hacen ahí mirando al cielo?, Volverá como lo han visto marcharse al cielo. Aleluya.

 

ORACION COLECTA

Dios todopoderoso, concédenos exultar santamente de gozo y alegrarnos con religiosa acción de gracias, porque la ascensión de Jesucristo, tu Hijo, es ya nuestra victoria, y adonde ya se ha adelantado gloriosamente nuestra Cabeza, esperamos llegar también los miembros de su cuerpo. Por nuestro Señor Jesucristo.

 

PRIMERA LECTURA

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 1, 1-11

En mi primer libro, Teófilo, escribí todo lo que Jesús hizo y movido por el Espíritu Santo. Se les presentó Él mismo después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles del Reino de Dios. Una vez que comían juntos, les ordenó que no se alejaran de Jerusalén, sino aguarden que se cumpla la promesa del Padre, de la que me han oído hablar, porque Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con Espíritu Santo dentro de no muchos días. Los que se habían reunido le preguntaron diciendo: «¿Señor, es ahora cuando vas a restaurar el Reino a Israel?». Les dijo: «No les toca a ustedes conocer los tiempos o momentos que el Padre ha establecido con su propia autoridad; en cambio, recibirán la fuerza del Espíritu Santo que va a venir sobre ustedes y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y "hasta el confín de la tierra"». Dicho esto, a la vista de ellos, fue elevado al cielo, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Cuando miraban fijos al cielo, mientras Él se iba marchando, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacen ahí plantados mirando al cielo?. El mismo Jesús que ha sido tomado de entre ustedes y llevado al cielo, volverá como lo han visto marcharse al cielo».

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 46)

 

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas.

 

Pueblos todos, batan palmas, aclamen a Dios con gritos de júbilo; porque el Señor altísimo es terrible, emperador de toda la tierra. R.

 

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas: toquen para Dios, toquen; toquen para nuestro Rey, toquen. R.

 

Porque Dios es el rey del mundo: toquen con maestría. Dios reina sobre las naciones, Dios se sienta en su trono sagrado. R.

 

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 1, 17-23

Hermanos: El Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, les dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo, e ilumine los ojos de su corazón para que comprendan cuál es la esperanza a la que los llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder en favor de nosotros, los creyentes, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, poder, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no solo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies», y lo dio a la Iglesia, como Cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Mt 28, 190.20b

Aleluya. Vayan y hagan discípulos a todos los pueblos -dice el Señor-; yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final de los tiempos. Aleluya.

 

EVANGELIO

Conclusión del santo Evangelio según san Lucas 24, 46-53

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Ustedes son testigos de esto. Miren, yo voy a enviar sobre ustedes la promesa de mi Padre; ustedes, por su parte, quédense en la ciudad hasta que se revistan de la fuerza que viene de lo alto». Y los sacó hasta cerca de Betania y, levantando sus manos, los bendijo. Y mientras los bendecía, se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo. Ellos se postraron ante El y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.

 

PLEGARIA UNIVERSAL

A ti Señor Jesús, mediador nuestro, sentado a la derecha del Padre, dirigimos nuestras peticiones.

 

1.- Asiste Señor a tu Iglesia, a la que confiaste la misión de anunciar a todos los hombres los frutos de tu salvación. Roguemos al Señor.

 

2.- Inspira Señor a nuestras autoridades civiles, quienes deben buscar el bien común de nuestro país. Roguemos al Señor.

 

3.- Consuela Señor a los enfermos, los pobres y todos que sufren y padecen, para que el Señor venga en su socorro. Roguemos al Señor.

 

4.- Por todos nosotros aquí reunidos; que Cristo Jesús, al subir al cielo, nos conceda irradiar en nuestro ambiente la fe de nuestro bautismo. Roguemos al Señor.

 

Atiende Señor las súplicas que te dirigimos por medio de Jesucristo; Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Te presentamos ahora, Señor, el sacrificio para celebrar la admirable ascensión de tu Hijo; concédenos, por este sagrado intercambio, elevarnos hasta las realidades del cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION Mt 28, 20

Sepan que yo estoy con ustedes todos los días, hasta el final de los tiempos. Aleluya.

 

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Dios todopoderoso y eterno, que, mientras vivimos aún en la tierra, nos concedes gustar los divinos misterios, te rogamos que el afecto de nuestra piedad cristiana se dirija allí donde nuestra condición humana está contigo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 02:  Hch 19, 1-8; Sal 67, 2-3. 4-5ac. 6-7ab; Jn 16, 29-33

Martes 03: Hch 20, 17-27; Sal 67; 10-11. 20-21; Jn 17, 1-11a

Miércoles 04: Hch 20, 28-38; Sal 67, 29-30. 33-35ª. 35b y 36c; Jn 17, 11b-19

Jueves 05: Hch 22, 30; 23, 6-11; Sal 15, 1-2 y 5. 7-8. 9-10. 11; Jn 17, 20-26

Viernes 06: Hch 25, 13-21; Sal 102, 1-2. 11-12. 19-20ab; Jn 21, 15-19

Sábado 07: Hch 28, 16-20. 30-31; Sal 10, 4.5 y 7; Jn 1º, 10-25

Domingo 08: Hch 2, 1-11; Sal 103; 1Co 12, 3b-7.12-13; Jn 20, 19-23

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO

 

1. CIELO: SUBIR AL CIELO: /Ef/04/09.

"Subiendo hacia el cielo". Hay un simbolismo casi idéntico, espacial también, pero de signo opuesto. Lo expresa el lenguaje bíblico diciendo que Cristo ha descendido a los infiernos. "El que sube es el que ha descendido", dice Pablo (Ef 4. 9) y ha descendido al hondón último del misterio humano, de la miseria humana. Así podemos entender la bajada a los infiernos. Jesús ha descendido a la soledad, al sufrimiento, a la angustia límite del hombre, y ha descendido para iluminarla, redimirla, conquistarla.


 

2.- Lc toma como marco de su evangelio pascual el "día del Señor", la celebración litúrgica del domingo: en un mismo día, Jesús se hace presente allí donde los discípulos se han reunido, les explica el sentido de las Escrituras, parte el pan con ellos, se deja reconocer por ellos y se va, bendiciéndolos, después de haberlos enviado a dar testimonio de él, fortalecidos por el Espíritu Santo que habrán recibido. Esta jornada pascual se renovará cada domingo. También el gran sacerdote Simón bendecía solemnemente, mientras el pueblo se prosternaba en adoración (Eclo 50). Lc había empezado en el Templo, con el sacerdote Zacarías, y concluye en el Templo, donde la comunidad del nuevo Israel alaba a Dios (v. 53).

HILARI RAGUER - MISA DOMINICAL 1977, 11


 

3. ASC/CUANDO-FUE

De entrada, sorprende que aquí la Ascensión se produce el mismo día de la resurrección, mientras que allá se sitúa cuarenta días más tarde. Una vez más, hay que recordar los peligros de una lectura "fundamentalista" de los textos bíblicos: la preocupación por el "cómo" nos puede llevar a no hacer caso del mensaje y de la vida que quieren transmitirnos.

JOSEP M. GRANÉ - MISA DOMINICAL 1992, 08


 

PROPUESTA DE CANTOS DE LA ASCENSION DEL SEÑOR (CICLO C) 

(01 DE JUNIO)

TEMA: “MIENTRAS LOS BENDECIA, IBA SUBIENDO AL CIELO”

 

01.-YO NO DEJO LA TIERRA (J.A. Espinoza)

NO. YO NO DEJO LA TIERRA.

NO. YO NO OLVIDO A LOS HOMBRES.

AQUÍ, YO HE DEJADO LA GUERRA.

ARRIBA, ESTÁN VUESTROS NOMBRES.

 

1.- ¿Qué hacéis mirando el cielo,

varones, sin alegría?

Lo que ahora parece un vuelo

ya es vuelta y es cercanía.

 

2.- El gozo es mi testigo.

La paz, mi presencia viva,

que al irme se va conmigo

la cautividad cautiva.

 

3.- El cielo ha comenzado.

Vosotros sois mi cosecha.

El Padre ya os ha sentado

conmigo, a su derecha.

 

4.- Partid frente a la aurora,

salvad a todo el que crea,

vosotros marcáis mi hora,

comienza vuestra tarea.

 

02.- IGLESIA PEREGRINA (Cesareo Garabain)

Todos unidos formando un solo cuerpo,

un Pueblo que en la Pascua nació;

miembros de Cristo en sangre redimidos,

Iglesia Peregrina de Dios.

Vive en nosotros la fuerza del Espíritu

que el Hijo desde el Padre envió,

él nos conduce, nos guía y alimenta,

Iglesia peregrina de Dios.

 

Somos en la tierra

semilla de otro Reino,

somos testimonio de amor.

Paz para las guerras

y luz entre las sombras

Iglesia peregrina de Dios.

Paz para las guerras

y luz entre las sombras

Iglesia peregrina de Dios.

 

Rugen tormentas y a veces nuestra barca

parece que ha perdido el timón,

miras con miedo, no tienes confianza,

Iglesia peregrina de Dios.

Una esperanza nos llena de alegría:

presencia que el Señor prometió.

Vamos cantando, él viene con nosotros,

Iglesia peregrina de Dios.

 

Todos nacidos en un solo bautismo,

unidos en la misma comunión,

todos viviendo en una misma casa,

Iglesia peregrina de Dios.

Todos prendidos en una misma suerte,

ligados a la misma salvación.

Somos un cuerpo y Cristo es la Cabeza,

Iglesia peregrina de Dios.

 

03.- CUMBRE

Silencio en el valle, retazos de azul

tejiendo ilusiones de eternas caricias

y en la cumbre TU,

esperando siempre, irradiando luz (bis).

 

TENGO SED DE INFINITO,

SACIAME TU SEÑOR

QUIERO ALCANZAR LA CUMBRE;

QUIERO GOZAR TU AMOR (2V).

 

Cruzando hondonadas, saltando arroyuelos

su miseria al hombro, en su pecho amor.

Va hacia a Ti un pueblo,

lento con fatiga, hacia Ti, Señor (bis).

 

Sienes coronadas de nívea pureza,

tus prados extienden su manto de albor.

 

04.- SABER QUE VENDRAS

En este mundo que Cristo nos da,

hacemos la ofrenda del pan.

El pan de nuestro trabajo sin fin,

el vino de nuestro cantar.

  Traigo ante ti nuestra justa inquietud

  "Amar la justicia y la paz".

  

  SABER QUE VENDRÁS, SABER QUE ESTARÁS

  PARTIENDO A LOS POBRES TU PAN (bis)

  

La sed de todos los hombres sin luz

la pena y el triste llorar,

el odio de los que mueren sin fe

cansados de tanto luchar.

 

En la patena de nuestra oblación

acepta la vida Señor.

 

05.- ID Y ENSEÑAD (Cesareo Garabain)

Sois la semilla que ha de crecer,

sois estrella que ha de brillar,

sois levadura sois grano de sal,

antorcha que debe alumbrar.

 

Sois la mañana que vuelve a nacer,

sois espiga que empieza a granar,

sois aguijón y caricia a la vez

testigos que voy a enviar.

 

Id amigos por el mundo,

anunciando el amor,

mensajeros de la vida,

de la paz y el perdón.

Sed amigos, los testigos

de mi resurrección,

id llevando mi presencia,

con vosotros estoy.

 

Sois una llama que ha de encender

resplandores de fe y caridad.

Sois los pastores que han de guiar

al mundo por sendas de paz.

 

Sois los amigos que quise escoger,

sois palabra que intento gritar.

Sois reino nuevo que empieza a engendrar

justicia, amor y verdad.

 

06.-CIERTO GALILEO

Una mañana, cerca del mar

Apareció un joven Galileo,

Nadie podía imaginar

Que otro pudiese amar así

Como él amaba.

 

Era sencillo, al conversar,

Llegaba al corazón

De quien lo escuchaba

 

Y su nombre era Jesús de Nazareth

Y su fama se esparció, todos querían ver

Al profeta que tenía tanto amor y amaba al pecador.

 

En esas playas, en ese mar, en ese río, en casa de Zaqueo

En los caminos, bajo el sol,

El pueblo iba a buscar

La luz de su doctrina.

 

Sus expresiones, su caridad,

Henchían el corazón

De una fuerza divina

 

Y su nombre era Jesús de Nazareth

Y su fama se esparció, todos querían ver

Al profeta que tenía tanto amor y amaba al pecador.

 

En esos valles, en ese hogar,

En ese pozo, en casa de Simón, en ese monte, al atardecer

El mundo vio nacer las Bienaventuranzas.

 

Y su paciencia al perdonar,

Del pueblo el corazón

Llenaba de esperanza.

 

Y su nombre era Jesús de Nazareth

Y su fama se esparció, todos querían ver

Al profeta que tenía tanto amor y amaba al pecador.

 

Un cierto día, al tribunal

Alguien llevó al joven Galileo

Nadie sabía cuál era el mal,

Que crimen cometió,

Cuál era su pecado

Su claridad, al denunciar

Minó la posición

De los privilegiados

 

Y mataron a Jesús de Nazareth

Y en medio de ladrones

Él murió en la cruz

Pero el mundo aún no conoce

A ese Jesús, que amaba al pecador.

 

Y su nombre era Jesús de Nazareth

Y su fama se esparció, todos querían ver

Al profeta que tenía tanto amor y amaba al pecador.

 

07.- TODA LA TIERRA (Alberto Taule, T. Vaquero)

1.- Toda la tierra espera al Salvador:

viene a traer a los hombres la verdad,

a sembrar por el mundo semillas de amor.

A todos los pobres su brazo salvará.

 

2.- Dice el profeta al pueblo de Israel:

“Pronto la luz del Mesías brillará.

Dios se acerca a nosotros: su nombre, Emmanuel".

¡Germine la tierra a mor y libertad!

 

3.- De nuestra carne se quiso revestir,

pobre y sencillo, de humilde corazón.

Nacerá como entones, vendrá a compartir

la suerte del hombre, su angustia y su dolor.

 

4.- Él viene siempre. Vivimos de esperar

todos los días la vuelta de Jesús.

¡Contemplad su mirada, su voz escuchad,

dejad que las sombras se llenen de su luz!

 

08.- EL TESTIGO

POR TI, MI DIOS, CANTANDO VOY

LA ALEGRÍA DE SER TU TESTIGO, SEÑOR

 

1.- Me mandas que cante con toda mi voz:

no sé cómo cantar tu mensaje de amor.

Los hombres me preguntan cuál es mi misión;

les digo: “Testigo soy”.

 

2.- Es fuego tu Palabra que mi boca quemó,

mis labios ya son llamas y cenizas mi voz.

Da miedo proclamarte, pero tú me dices:

“No temas, contigo estoy”.

 

3.- Tu Palabra es una carga que mi espalda dobló;

es brasa tu mensaje que mi lengua secó.

“Déjate quemar, si quieres alumbrar:

 

 

miércoles, 21 de mayo de 2025

LECTURA Y COMENTARIO DOMINGO VI PASCUA CICLO C - 25 MAYO 2025

 EL ESPÍRITU SANTO LES IRÁ RECORDANDO TODO LO QUE LES HE DICHO


  COMENTARIO

El texto de hoy forma parte de la conversación de Jesús con los suyos la víspera de su muerte. Su muerte va a ser un ir al encuentro del Padre. Este modo de ver la situación debe constituir para los discípulos motivos de alegría y no de desasosiego o de miedo. Jesús promete que se manifestará a sus amigos, es decir, a quienes le amen y guarden sus palabras (v. 21). Y Judas, el hermano de Santiago (Lc 6, 16; Hch. 1, 13), conocido también como Tadeo (Mt 10, 3; Mc 3, 18), le dice: "Señor, ¿qué ha sucedido para que te vayas a manifestar a nosotros y no al mundo?" (v. 22). Enredado en los prejuicios de un mesianismo nacionalista, Judas manifiesta su incomprensión y extrañeza al escuchar unas palabras que le parecen un cambio en el programa. Jesús sale al paso diciendo que su anunciada venida o manifestación presupone la fe activa de sus discípulos y que se trata, en primer lugar, de una manifestación y venida en la fe y por la fe de cuantos crean en él. Tal venida y presencia de Jesús en el corazón de los creyentes no tiene que ver nada con los triunfalismos mesiánicos que se imaginaban los judíos de aquel tiempo, pero no es tampoco la "parusía" (venida sobre las nubes con poder y majestad).Quien no ama a Cristo y guarda sus palabras, tampoco ama al Padre y guarda la Palabra del Padre. Queda excluido de la íntima experiencia de Dios y de su enviado Jesucristo. El mundo incrédulo no sabe nada de esa venida íntima del Señor y de la visita de Dios. Por eso Jesús no se manifiesta a todo el mundo hoy por hoy, sin que esto suponga que deje de hacerlo al fin de los tiempos.

Jesús es el mensaje y el mensajero de Dios, el profeta y la Palabra de Dios. En él y por él todo ha quedado dicho, todo lo que Dios tenía que decirnos. Pero no todo ha quedado comprendido.

Cuando se vaya Jesús, el Padre enviará al Paráclito (el Consolador) y éste enseñará a los discípulos y les introducirá en la plenitud de la verdad. Jesús se despide con una fórmula usual, pero que en sus labios adquiere plenitud de sentido. Jesús no da la paz como la gente, ni tan siquiera la paz que la gente puede dar. Jesús da su paz, y él mismo es la verdadera paz. Se entrega a sí mismo cuando da la paz, y consigo entrega al mismo Dios, porque él y el Padre son uno (Jn 10,30).

La ausencia de Jesús es para inaugurar un nuevo modo de presencia en los que crean en él. Por tanto, debemos ser animosos y no tener miedo: el Señor está con nosotros, a nuestro lado. Por la fe habita en nuestros corazones, y si le amamos y guardamos su palabra lo encontraremos también en el prójimo.

R.P. Roland V. Castro Juárez

 

ANTIFONA DE ENTRADA Is 48, 20

Anúncienlo con gritos de júbilo, publíquenlo y proclámenlo hasta el confín de la tierra. Digan: «El Señor ha rescatado a su pueblo». Aleluya.

 

ORACION COLECTA

Dios todopoderoso, concédenos continuar celebrando con fervor sincero estos días de alegría en honor del Señor resucitado, para que manifestemos siempre en las obras lo que repasamos en el recuerdo. Por nuestro Señor Jesucristo.

PRIMERA LECTURA

Lectura de los Hechos de los Apóstoles 15, 1-2.22-29

En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme al uso de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más de entre ellos subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre esta controversia.

Entonces los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron elegir a algunos de ellos para mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas llamado Barsabás y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos, y enviaron por medio de ellos esta carta: «Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia provenientes de la gentilidad. Habiéndonos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, los han alborotado con sus palabras, desconcertando sus ánimos, hemos decidido, por unanimidad, elegir a algunos y enviárselos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, hombres que han entregado su vida al nombre de nuestro Señor Jesucristo. Les mandamos, pues, a Silas y a Judas, que les referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponerles más cargas que las indispensables: que se abstengan de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de uniones ilegítimas. Harán bien en apartarse de todo esto. Saludos».

 

SALMO RESPONSORIAL (Sal 66)

 

Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

 

Que Dios tenga piedad y nos bendiga, ilumine su rostro sobre nosotros; conozca la tierra tus caminos, todos los pueblos tu salvación. R.

 

Que canten de alegría las naciones, porque riges el mundo con justicia, y gobiernas las naciones de la tierra. R.

 

Oh, Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben. Que Dios nos bendiga; que le teman todos los confines de la tierra. R.

 

SEGUNDA LECTURA

Lectura del Libro del Apocalipsis 21, 10-14.22-23

El ángel me llevó en espíritu a un monte grande y elevado, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios, y tenía la gloria de Dios; su resplandor era semejante a una piedra muy preciosa, como piedra de jaspe cristalino. Tenía una muralla grande y elevada, tenía doce puertas y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados que son las doce tribus de Israel. Al oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, al poniente tres puertas, y la muralla de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero. Y en ella no vi santuario, pues el Señor, Dios todopoderoso, es su santuario, y también el Cordero. Y la ciudad no necesita del sol ni de la luna que la alumbre, pues la gloria del Señor la ilumina, y su lámpara es el Cordero.

 

ACLAMACION ANTES DEL EVANGELIO Jn 14, 23

Aleluya. El que me ama guardará mi Palabra —dice el Señor—, y mi Padre lo amará, y vendremos a él. Aleluya.

 

 EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 23-29

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «El que me ama guardará mi Palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guarda mis Palabras. Y la Palabra que están oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Les he hablado de esto ahora que estoy a su lado, pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien se lo enseñe todo y les vaya recordando todo lo que les he dicho. La paz les dejo, mi paz les doy; no se la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe su corazón ni se acobarde. Me han oído decir: “Me voy y vuelvo al lado de ustedes”. Si me amaran, se alegrarían de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda crean».

 

PLEGARIA UNIVERSAL

Oremos hermanos a Dios Padre, por Jesucristo -nuestro Señor resucitado.

 

1.- Por la Iglesia, morada de Dios en medio del mundo, para que persevere en la escucha de las mociones del Espíritu Santo y responda a las necesidades del mundo. Roguemos al Señor.

 

2.- Por los pastores de la Iglesia, para que nos quien en la misión de iluminar la sociedad con la luz del Evangelio. Roguemos al Señor.

 

3.- Por los hombres de buena voluntad, para que no desfallezcan en la construcción de un mundo más justo, por la constante búsqueda de la paz. Roguemos al Señor.

 

4.- Por todos nosotros, quienes profesamos la fe católica en Cristo Resucitado, para que sepamos abrir el oído de nuestros corazones a la voluntad de Dios. Roguemos al Señor.

 

Escucha señor nuestras oraciones, que te dirigimos con la confianza de los creyentes en la resurrección de Jesucristo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén

 

ORACION SOBRE LAS OFRENDAS

Suban hasta ti, Señor, nuestras súplicas con la ofrenda del sacrificio, para que, purificados por tu bondad, nos preparemos para el sacramento de tu inmenso amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

ANTIFONA DE COMUNION Jn 14, 15-16

Si me aman, guardarán mis mandamientos, dice el Señor. Y yo le pediré al Padre que les dé otro Paráclito, que esté siempre con ustedes. Aleluya.

ORACION DESPUES DE LA COMUNION

Dios todopoderoso y eterno, que en la resurrección de Jesucristo nos has renovado para la vida eterna, multiplica en nosotros los frutos del Misterio pascual e infunde en nuestros corazones la fortaleza del alimento de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

 

PALABRA DE DIOS Y SANTORAL DE CADA DÍA

Lunes 26:  Ap 21, 1-5; Sal 44; Mt 11, 25-30

Martes 27: Hch 16, 22-34; Sal 137, 1-2ª. 2bc y 3. 7c-8; Jn 16, 5-11

Miércoles 28: Hch 17, 15.22-18, 1; Sal 148, 1-2. 11-12. 13. 14; Jn 16. 12-15

Jueves 29:  Hch 18, 1-8; Sal 97, 1-2ab. 3ab. 3cd-4; Jn 16, 16-20

Viernes 30: Hch 18, 9-18; Sal 46, 2-3. 4-5. 6-7; Jn 16, 20-23a

Sábado 31: So 3, 14-18; Sal Is 12, 2-6; Lc 1, 39-56.

Domingo 01: Hch 1, 1-11; Sal 46; Ef 1, 17-23; Lc 24, 46-53.

 

COMENTARIOS AL EVANGELIO

Jn 14, 23-29

 

1.- Texto. Como el texto del domingo pasado, también el de hoy forma parte de la conversación de Jesús con los suyos la víspera de su muerte. La situación determina absolutamente el contenido de las palabras del Maestro, no así su tono, lo más opuesto a la tristeza y la desesperanza. Su muerte va a ser un ir al encuentro del Padre. Este modo de ver la situación debe constituir para los discípulos motivos de alegría y no de desasosiego o de miedo. El que Jesús esté con el Padre va a significar para los discípulos un mayor apoyo, ya que podrán contar con el Maestro y con el Padre. La presencia de éstos será real, debido a que en los discípulos anidará el mismo Espíritu del Padre que anidó en Jesús mientras estuvo con ellos. Este Espíritu significará también para los discípulos una mejor comprensión de las palabras del Maestro, una mayor profundización en ellas.

Por todo ello deben los discípulos sentirse en paz, sentir la paz. No hay ninguna razón para la intranquilidad o el miedo en quien opta por Jesús, es decir, ama a Jesús más que a la Ley de Dios. Las palabras que hoy escuchamos a Jesús arrancan, en efecto, de este presupuesto, sin el cual no es posible nada de lo que Jesús afirma en ellas.

Comentario. El texto nos ofrece una de las dos dimensiones fundamentales del modo de ser y de entenderse en cristiano, del modo de estar en la vida en cristiano. Es la dimensión interior.

Este calificativo de interior lo sugiere el propio texto en sus afirmaciones iniciales referidas al creyente: "vendremos a él y haremos morada en él". Condición fundamental para la existencia de esta dimensión interior es el amor a Jesús. Este amor constituye a una persona en discípulo de Jesús. Retengamos bien el planteamiento del cuarto evangelista: amar a Dios pasa necesariamente por amar a Jesús. El autor de este evangelio no confía mucho en un amor a Dios que no pase por la mediación del amor a Jesús. Hasta tal punto desconfía que en Jn 16, 2 podemos leer la siguiente afirmación: "Llegará un momento en que os quitarán la vida, convencidos de que con ello rinden culto a Dios".

Amar a Jesús, a su vez, funciona en el cuarto evangelio en oposición al celo por la Ley de Dios. Esta oposición evita que el amor a Jesús sufra un "enrarecimiento" similar al criticado por el evangelista a propósito del amor a Dios. En esta oposición se trata de una sutil pero capital cuestión de matiz. Algo que san Pablo ha dejado muy en claro.

Supuesta esta condición fundamental, los referentes interiores de un modo de ser y de entenderse en cristiano son el Padre y el Espíritu. El Padre como hontanar y abismo de amor; el Espíritu como fuerza impulsora, renovadora y creativa.

El texto de hoy es una invitación a atender a la dimensión interior, a ocuparnos en ella. No hacerlo sería cercenar uno de los dos apoyos del modo de estar en la vida en cristiano.

ALBERTO BENITO - DABAR 1989, 25


 

2.- Texto. Judas, no el Iscariote, acaba de preguntar a Jesús lo siguiente: ¿A qué se debe que vayas a revelarte nada más que a nosotros y no al mundo? Los dos primeros versículos de hoy son la respuesta, cuyo esquema de fondo es éste: en el supuesto de que se verifique una condición, se seguirán unos resultados. La revelación de Jesús depende de que antes se le ame. A partir del v. 25 el centro de atención ya no es la anterior pregunta, sino la totalidad de lo que Jesús ha dicho a sus discípulos a lo largo del tiempo de convivencia. ¿Qué va a pasar con lo que les ha dicho, ahora que este tiempo está tocando a su fin? El Espíritu se lo irá enseñando y recordando. Mientras tanto les confiere el don de la paz y de la esperanza en el Padre.

RV/A: Comentario. ¿No es acaso verdad que las personas se nos desvelan, es decir, se revelan, en la medida que las amamos? Lo verdaderamente importante y significativo entre personas comienza con el amor y se da donde hay amor. ¿Qué tiene pues de extraño que el texto de hoy arranque de este presupuesto para responder a la pregunta sobre la revelación de Jesús? Si uno me ama. Es entonces cuando Jesús puede revelarse. Muchas veces nos quejamos de que a Dios no lo vemos ni lo sentimos. ¿Se nos ha ocurrido pensar que a lo mejor es porque no lo amamos? Si uno me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y viviremos con él. ¡Qué sencilla y a la vez fascinante enumeración! se trata, ni más ni menos, que de la dinámica de la existencia cristiana. Del amor a la ética, y de ésta a la experiencia y la convivencia con Dios. Es importante señalar que en esta dinámica, ética no quiere decir ley. Guardar la palabra de Jesús no es cumplir algo que está mandado, sino expresar un amor que se tiene a Jesús.

Sólo cuando se ama tiene cabida una ética humana y liberadora. A mayor abundamiento, la palabra de Jesús ni siquiera es una magnitud fijada o establecida una vez por todas. El Espíritu será quien os vaya enseñando y recordando todo lo que os he dicho. La existencia cristiana es continuamente interpretativa, creativa y, a mí, personalmente, un texto como el de hoy me haría dudar del sentido cristiano de un cristianismo que fuera reglamentado y reglado. Un cristianismo así es el propio del mundo. No olvidemos nunca que la palabra mundo tiene en el cuarto evangelio una connotación religiosa. Designa a las personas que han hecho de la Ley de Dios su recinto fortificado, tan fortificado que paradójicamente Dios ya no tiene cabida a El.

Se han quedado ellas solas, con su libro de registro del haber y del debe. Este mundo también tiene su paz, pero es muy triste y atormentada. Contrapuesta a ella está la paz de Jesús: Os dejo paz, os doy mi paz. Una existencia dinámica, creativa, donde las personas tenemos un rostro, donde Dios tiene un rostro. Un Dios con brazos fuertes y acogedores de Padre. Tan fuertes que el tiempo jamás los debilita ni la muerte los paraliza. El Padre es más que yo.

FEDERICO PASTOR - DABAR 1986, 27


 

3.- Sentido del texto. Para que una persona se manifieste a otra se requiere que ésta demuestre interés, apertura, disponibilidad por aquélla. Estas actitudes se dan en grado sumo en quien ama. Por eso, sólo quien ama está en condiciones de recibir y entender manifestaciones personales. Y, a su vez, sólo quien ama es capaz de respuesta efectiva, respuesta que nunca será fruto de la imposición, sino expresión del asombro y del agradecimiento a la persona amada. Este es el esquema antropológico que subyace en los vs. 23-24. Por eso Jesús no se manifiesta al mundo, porque el mundo en Juan es la noche, la cerrazón, todo aquél que no ama, todo aquél que odia, todo aquél cerrado en sí mismo y en sus intereses. Este tal no puede recibir en sí mismo todo el cúmulo de vida que Jesús ha ido verbalizando y objetivando a lo largo de sus días; no puede hacer la experiencia de Dios como Padre. Esta ha sido la exégesis de Jesús: cambiar el concepto antiguo de Dios y la relación del hombre con él. Se concebía, de hecho, a Dios como una realidad exterior al hombre y distante de él; la relación con Dios se establecía a través de mediaciones, de las cuales la primera era la Ley, de cuya observancia dependía su favor. Dios reclamaba al hombre para sí; éste aparecía ante él como siervo. Según la exégesis de Jesús, en cambio, el Padre no es ya un Dios lejano, sino el que se acerca al hombre y vive con él, formando comunidad con los hombres. Buscar a Dios no exige ir a encontrarlo fuera de uno mismo, sino dejarse encontrar por él, descubrir y aceptar su presencia por una relación, que ya no es de siervo-señor, sino la de Padre-hijo.

Esta presencia de Dios en el hombre no es estática; es la de su Espíritu, su dinamismo de amor y vida, que hace al hombre "espíritu" como él, haciéndolo participar de su propio amor.

¡Este es el Magisterio del Espíritu! Y el saludo de despedida de Jesús, que llena al hombre de la alegría de vivir en libertad.

Cosa que el mundo (tal como Juan entiende el mundo) no puede hacer.

DABAR 1980, 29


4.- Nadie tiene un amor más grande que el que da la vida por sus amigos El texto de hoy es continuación del del domingo pasado. Ya no se refiere a la comparación de la vid y los sarmientos, pero continúa la misma reflexión sobre las relaciones del cristiano con Jesús, la comunión de vida que eso crea, y el fruto que de ello se deriva.

El centro es el amor. Los discípulos han sido introducidos en el mismo círculo de amor que hay entre el Padre y Jesús, y son llamados a vivir en este mismo amor. Eso se notará en "guardar los mandamientos", es decir, en seguir la palabra y el ejemplo de Jesús, que ha amado hasta la muerte. Ciertamente este proyecto de vida no es fácil, pero el discípulo lo podrá vivir precisamente porque vive del amor de Jesús y de Dios (y eso se traduce en ser "amigo" y no "siervo": la llamada a amar hasta la muerte no es una "obligación", sino una "convicción compartida"). Y así el discípulo vive la misma alegría que Jesús, a la vez que se sabe escogido personalmente por Jesús para continuar su obra, bajo la protección del Padre.

JOSEP LLIGADAS - MISA DOMINICAL 1994, 7

 


 

5.- VISION/A 

Comentario. Como el del domingo anterior, el texto de hoy pertenece al amplio diálogo entre Jesús y los suyos. Estos acaban de formular a Jesús la siguiente pregunta: ¿Por qué te vas a dar a conocer sólo a nosotros y no a los demás? Es decir: ver a Jesús, conocer a Jesús, ¿es una cuestión de selectividad? ¿Jesús sólo se deja ver por los que él quiere, excluyendo a todos los demás? En la primera parte de la respuesta (vs. 23-24) se niega rotundamente que ver a Jesús sea fruto de una selección hecha por Jesús. Verá a JESÚS todo aquel que esté en condiciones de poder verlo. Y esto sólo se consigue amándole. Es una experiencia antropológica: el amor nos abre al otro, nos permite descubrirlo.

Sólo quien ama a otro está en condiciones de verlo realmente, de percibir quién es y lo que dice. (Palabra en cuanto expresión del ser; percibir mejor que guardar). Toda percepción-comprensión requiere necesariamente una pre-comprensión. Y en el ámbito interpersonal esta no es otra que el amor.

Este amor a Jesús nos abre a un mundo insospechado de relaciones. Nos abre al fantástico mundo de Dios. Hace, a su vez, que Dios se nos abra, se nos acerque, entre en nosotros. ¡Qué delirio! Y de su mano iremos descubriendo la insondable persona de Jesús, sus palabras. Y sentiremos, al fin, paz, La paz. Arrobadora, inebriante, sedante, sublime. Y con ella, por fin, la felicidad.

¡Vete, sí! Pero espera: ¡Gracias! Porque sabemos que Dios es también amor.

DABAR 1983, 27


6.- /Jn/14/27-28PAZ/SHALOM 

Según el versículo 27 Jesús deja a los suyos la paz como un regalo de despedida. El hecho en sí indica ya que la palabra ha de entenderse en un sentido pleno y singularmente importante, como don y como promesa que abarca cuanto Jesús reserva a la fe. En el lenguaje bíblico el concepto de paz (hebr: shalom; gr. eirene) comprende un campo tan amplio y vario, que no puede reducirse a una fórmula unitaria. El significado básico de la palabra hebrea shalom "es bienestar y, desde luego, con una clara preponderancia del lado físico" (G. von Rad). Se trata de un estado de cosas positivo, que no sólo incluye la ausencia de la guerra y de la enemistad personal -ésta es el requisito previo, para la shalom-, sino que comprende además la prosperidad, la alegría, el éxito en la vida, las circunstancias felices y la salud entendida en sentido religioso. En su palabra de salud los hombres de Israel y del próximo oriente siguen hasta el día de hoy deseándose la paz, shalom. En la aclamación al rey se dice: "Que los montes mantengan la paz (shalom; otros traducen: salud, bienestar) para el pueblo; las colinas, la justicia. Que él dé a los humildes sus derechos, libere a los hijos de los pobres, reprima al opresor. Viva tanto tiempo como duren el sol y la lluvia sobre el césped, como los chubascos que riegan las tierras. Que en sus días florezca la justicia y la plenitud de la paz (shalom) hasta que deje de brillar la luna" (/Sal/071/072/02-07).

La paz aparece aquí, como en la conocida poesía mesiánica de Is 11,1-11, casi como un estado cósmico de seguridad exterior, prosperidad, fecundidad y bienestar general, como una gran reconciliación de la sociedad humana y la naturaleza. No hay duda de que la era mesiánica, el tiempo futuro de salvación será una época de paz universal. También dentro en este sentido ha de entenderse el mensaje angélico al nacer el niño Mesías, según el evangelio de Lucas: "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres, objeto de su amor" (Lc 2,14).

Con la aparición del Mesías empieza el verdadero tiempo de paz escatológica. La paz no se entiende, por tanto, sólo como una realidad interna, como paz del corazón, si bien este aspecto es importante según aquello que dice Pablo: "Y la paz de Dios, que está por encima de todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús" (Flp. 4,7). La amplitud del concepto paz va, pues, desde el saludo cotidiano de "¡todo bien!" hasta la paz y salvación del hombre y del mundo entero. En el fondo late la idea de que en definitiva la paz es un don divino en todos los órdenes.

En el Nuevo Testamento, que también aquí recoge y desarrolla el pensamiento veterotestamentario, la paz va vinculada al mensaje cristiano de salvación, al evangelio. Sorprende, por los demás que Jesús personalmente haya empleado raras veces el vocablo "paz". Más aún, a él se debe esta palabra: "No creáis que vine a traer paz a la tierra; no vine a traer paz, sino espada" (/Mt/10/34; /Lc/12/51); palabra que posiblemente se endereza contra un lenguaje superficial y falso acerca de la paz (cf. /Jr/06/14); "Curan a la ligera la herida de mi pueblo, diciendo: "¡Paz, paz!", pero ¿dónde está la paz?). Así pues, no se puede tomar el concepto de paz en una forma negligente o superficial. Sin embargo, los discípulos en su trabajo misionero deben ir al encuentro de la gente con su saludo de paz (Mt 10,13). Cuanto más fuerte es la conciencia de la Iglesia primitiva de que con Jesús de Nazaret ha irrumpido la salvación mesiánica, tanto más convencida se muestra de que la paz escatológica ha sido ya otorgada con la fe (cf. Rom 5,1ss). En la carta a los Efesios (/Ef/02/14), que está ya muy próxima a la concepción joánica, se encuentra la fórmula: "Pues él es nuestra paz" (se refiere a Jesucristo).

Formalmente la afirmación joánica enlaza con el saludo de paz habitual y cotidiano, pero va mucho más allá. Se piensa en la paz como don escatológico, como promesa de salvación y de vida. "La paz os dejo" entra aquí en un sentido definitivo; se trata del bien escatológico por excelencia, que Jesús no puede dar más a los suyos; pero quien entiende lo que en ese don se oculta, tampoco deseará nada más.

Si todavía se añade: "Mi paz os doy", se subraya, una vez más, que esta paz, por su índole, adquiere contenido a través de Jesús. El don de la paz pertenece también al donante y no cabe separarlo de la persona de Jesús. En tal sentido, la paz es primariamente, y ante todo, un don del resucitado (cf. 20,19.21.26), donde claramente se indica que el perdón de los pecados queda implicado en esta paz). En este mismo contexto habla el resucitado. Finalmente, en la noción de paz se evoca la presencia del mundo nuevo, que es dado a la comunidad con el propio Jesús.

Esa paz de Jesús está en oposición con la paz "como el mundo la da". Descubrimos aquí de nuevo la distancia que separa a Jesús y sus discípulos, de un lado, y el mundo del otro. Ciertamente que también el mundo tiene su paz; tiene su propia manera de hacer la paz y de garantizarla, si es necesario con la fuerza de las armas, y hasta le incumbe la tarea constante de preocuparse por la paz y de implantarla. Mas esa paz es radicalmente distinta de la paz de Jesús, pertenece a un campo diferente. Pero es gracias a Jesús que la paz, que no es de este mundo, está presente en ese mundo. Y ciertamente que el lugar de esa nueva paz es sobre todo la comunidad cristiana, por cuanto que es el espacio de la presencia de Cristo; es decir, en la medida en que se deja definir por la palabra de Jesús. Al respecto se siente en oposición a un mundo que se le enfrenta hostilmente. Por lo mismo su paz nunca deja de ser combatida. Su exhortación a no dejarse turbar y a no acobardarse, es siempre necesaria, porque la paz, como Jesús la ha prometido, no conduce a la gran vivencia triunfalista frente al mundo. Ni la fe ni la comunión de los creyentes viven en una zona libre de tormentas; permanecen expuestas al conflicto con el mundo; y no desde luego aunque crean, sino precisamente porque creen. Pese a lo cual existe la posibilidad de que la promesa de paz de Jesús se realice y verifique justo en medio de esa permanente agitación, en medio de todos los asaltos y peligros. (...)

La partida de Jesús no era sólo su retirada del escenario del mundo y de la historia, sino su regreso a Dios. Y ese su retorno ha empezado ya con la pascua; tiene además como consecuencia la constante venida de Jesús a su comunidad. Dicho en forma general: para la comunidad postpascual Jesús ocupa en cierto modo un doble lugar: está presente en la comunidad por medio del Espíritu Paráclito y por su palabra, y está también junto al Padre, junto a Dios. Ambas cosas no se excluyen, sino que son elementos complementarios; más aún, la ida de Jesús al Padre es justamente la condición para su presencia permanente en la comunidad.

EL NT Y SU MENSAJE - EL EVANG. SEGUN S. JUAN HERDER BARCELONA 1979.Pág. 128s.


 

7.- A-DEO/CON-D  /Jn/14/23

"Si alguien me ama...". Cuando los sondeos tratan de reflejar la realidad de la Iglesia, emplean el lenguaje de las cifras, y las estadísticas cuentan el número de "practicantes", de quienes creen en la doctrina "tradicional", de quienes aceptan los comportamientos auspiciados por la autoridad... Pero nosotros, los creyentes, sabemos que la Iglesia es algo muy distinto. Y es que nadie podrá encerrar en fórmulas la originalidad de nuestra fe. La fe no es una práctica, un comportamiento o una doctrina.

"Si alguien me ama...". ¿Quién, sino el poeta, podrá expresar el sentido de la fe? "Si alguien me ama...". Nadie conoce a Dios si no experimenta, seducido y asombrado, el sofoco del enamoramiento. Todo es cuestión de amor. ¿Cómo es, entonces, que hay tantos cristianos que tratan a Dios a la manera del mundo: como un objeto útil cuando se tiene necesidad de él, y que se rechaza cuando resulta inservible?" ¿Por qué razón vas a manifestarte a nosotros y no al mundo?". ¿Cómo podemos pasarnos la vida inventando contratos con Dios? ¿Cómo va a ser nuestra religión como la conciben los hombres: como un asunto de deberes y obligaciones? "Si alguien me ama...". ¡He aquí la originalidad de los cristianos! Ser discípulo significa, ante todo, referirse a otro, sentir la fascinación producida por el hecho de que Dios hace todo lo posible por hacernos compartir su vida, llegando al extremo de dejarse clavar en un madero...

"Si alguien me ama, mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos nuestra morada en él". Dios ha elegido, para siempre, vivir en el corazón que ama. ¡Ahí es donde hay que buscar y encontrar a Dios!

DIOS CADA DIA - SIGUIENDO EL LECCIONARIO FERIAL - CUARESMA Y TIEMPO PASCUAL
SAL TERRAE/SANTANDER 1989.Pág. 185


 

8.- Jesús está con sus discípulos. No hay ningún extraño. Judas ha salido para llevar a cabo sus planes de muerte (13,31). Según Juan, la muerte es símbolo del amor. ¿Qué amor es éste? El del Padre al Hijo y el del Hijo al Padre (14,8-14). Esta mutua relación pertenece a la misma esencia y se llama Espíritu. El Espíritu pertenece al orden del ser y no del pensar. Es la realidad propia del Padre y del Hijo.

La mediación humana de esta realidad divina es Jesús. Quien se pone de su parte, está dentro de esta realidad (v. 23), es decir, vive dentro del Espíritu del Padre y del Hijo. Es un Espíritu vital, personal, santo. Es un Espíritu crítico con el orden presente (16,8-11) y defensor del orden ausente, el orden del amor. Este es el orden que Jesús ha ofrecido como alternativa a nuestros órdenes (es decir: desórdenes). Es la paz. Un nuevo vocablo que coincide fonéticamente (sólo fonéticamente; cf. v. 27) con nuestra paz.

La marcha de Jesús no puede ser motivo de tristeza, porque él va a volver. Pero esto no significa aquí -como en los sinópticos- "al final de los tiempos", sino que se habla del Espíritu, o sea, de la realidad propia del Padre y del Hijo. Por eso, la marcha de Jesús (=su muerte) debe ser motivo de alegría. Esa marcha significa volver conjuntamente con el Padre, teniendo este retorno una potencialidad mayor: el señorío del Espíritu. Esto ya ha sucedido y seguirá sucediendo. ¿Tenemos la predisposición (=fe) suficiente para experimentarlo?

EUCARISTÍA 1995, 24


 

9.- Texto. Continuación del domingo pasado, en la sobremesa, pues, de la cena de Pascua, con Jesús y sus discípulos como comensales.

Víspera consciente del paso de este mundo al Padre. Y, en efecto, Padre y discípulos son las referencias personales de Jesús. El Padre como fuente de su vida pasada, los discípulos como proyección en el futuro de esa su vida pasada. El resultado es una terna: Padre-Hijo-Discípulos (en el cuarto evangelio sinónimo de creyentes). A través de ella discurre una misma realidad que se transmite: del Padre a Jesús: de Jesús a los discípulos; de los discípulos entre sí. Esta realidad tiene un nombre: amor.

Cuatro veces aparece como sustantivo y seis como verbo. Constituye el dato central del texto de hoy. Ella colma las expectativas de gozo de los discípulos (v. 11); ella crea niveles nuevos de relación (vs. 13-15).

Comentario. El texto está presidido por el mismo tono de insistencia que caracterizaba al del domingo pasado. Permaneced.

De nuevo, pues, se esconde entre líneas la preocupación de que, al faltar Jesús, llegue a faltar también algo tan valioso como raro. ¿No son acaso valiosas las cosas por ser raras, es decir, poco corrientes? Pues ni más ni menos ésta es la encomienda de Jesús a sus discípulos: la moneda no corriente del amor, hasta dar la vida por los demás.

¿Los demás? El término resulta incorrecto cuando la savia que corre es la que corría por Jesús. "A vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer".

La afirmación es imponente. Haz la prueba de detenerte en ella. ¿Podemos acaso conocer quién y cómo es el Padre? ¿Conocer no es acaso una forma de apoderarse de lo conocido? ¿Podemos acaso apoderarnos de Dios? ¡La frase es realmente imponente! Pero, por lo visto, amar al estilo de Jesús hace posibles unos niveles de relación que escapan a toda racionalización.

Termino con la misma recomendación de estos domingos últimos. Valdría la pena que te tomases ahora unos minutos de tiempo para leer sin prisa Jn. 15, 9-17.

A. BENITO -DABAR 1988, 28


 

PROPUESTA DE CANTOS DEL V DOMINGO DE PASCUA (CICLO C)  

(25 DE MAYO)

TEMA: “EL ESPIRITU SANTO LES IRA RECORDANDO TODO LO QUE LES HE DICHO”

 

01.-  ALEGRIA DE VIVIR   (Manuel Terry)

CANTANDO LA ALEGRÍA DE VIVIR,

LLEGUEMOS A LA CASA DEL SEÑOR;

MARCHANDO TODOS JUNTOS COMO HERMANOS,

ANDEMOS LOS CAMINOS HACIA DIOS.

 

Venid entremos todos dando gracias;

venid, cantemos todos al Señor,

gritemos a la Roca que nos salva,

cantemos la alabanza a nuestro Dios.

 

La paz del Señor sea con vosotros:

la paz que llena sola el corazón,

la paz de estar unidos como hermanos,

la paz que nos promete nuestro Dios.

 

Entremos por las puertas dando gracias,

podamos al Señor también perdón,

perdón por nuestra falta a los hermanos,

perdón por nuestro pobre corazón.

 

Sabed que Dios nos hizo y somos suyos;

sabed que el Señor es nuestro Dios.

Nosotros somos pueblo y las ovejas,

ovejas del rebaño del Señor

 

02.- VAMOS A LA CASA DEL SEÑOR, (Alberto Taule)

Tierra, aclama a tu Señor,

dale culto con fidelidad.

Ven y ponte en presencia de tu Dios.

Canta alegre por su bondad.

 

Vamos a la casa del Señor

en este día de fiesta.

Celebremos su presencia

en medio de su pueblo.

 

Nos ha creado para él;

suyos queremos siempre ser.

Con su mano nos conduce por doquier,

Él nos guía como un pastor.

 

Es conocida su bondad:

cuida a sus hijos con amor.

Nunca falla su fidelidad:

por los siglos subsistirá.

 

03.- ACLAMEMOS HOY AL SEÑOR (Pedro Martins)

ACLAMEMOS HOY AL SEÑOR

CON CANCIONES DE ALEGRÍA.

ACLAMEMOS HOY AL SEÑOR

CELEBREMOS SU BONDAD.

 

Cantad un cántico nuevo,

cantad a Dios tierra entera,

porque hizo Dios maravillas

y nos dio la salvación.

 

Hizo alianza de amor,

en Jesucristo su Hijo;

Él es el Libertador,

es nuestra Luz y Camino.

 

Cristo a todos nos llama

y nos invita a su Mesa.

Es Cristo nuestro alimento,

es Cristo nuestra promesa.

 

Cristo nos dio la medida

de lo que puede el amor.

Juntos iremos cantando

a la casa del Señor.

 

04.- PUEBLO SANTO Y ELEGIDO (J.P. Martins)

1. Caminamos hacia ti,

oh ciudad de nuestro Dios,

construyendo en este mundo

la verdad y el amor.

 

PUEBLO SANTO Y ELEGIDO

CONGREGADO EN EL AMOR,

VAS BUSCANDO, PEREGRINO,

LA CIUDAD DE NUESTRO DIOS.

 

2. Avanzamos, peregrinos,

con Jesús, nuestra esperanza.

Él nos salva, Él nos guía,

con la luz de su palabra.

 

3. Quien tiene hambre de justicia,

quien anhela la verdad,

en la mesa del Señor

su Palabra encontrará.

 

4. Reunidos en la Iglesia

proclamamos su verdad:

Jesucristo es el que salva

dando al mundo su amistad.

 

5. Los caminos de este mundo

son caminos sin final:

sólo Cristo es el sendero

que conduce a la verdad.

 

6. Cuando llegue el momento

de nuestra hora final,

Jesucristo, nuestro hermano,

nos dará su eternidad.

 

05.- EN TORNO A TU MESA (Agustín Sánchez)

1.- En torno a tu mesa Señor te ofrecemos

toda nuestra vida, el vino y el pan;

son para nosotros tu Cuerpo y tu Sangre

promesas de vida, luz y libertad.

 

SEÑOR EL PAN QUE NOS DAS BORRA

NUESTRAS MISERIAS,

SEÑOR TU COPA SERÁ

SANGRE DE VIDA ETERNA

SEÑOR SABEMOS QUE

TÚ TE DAS SIN CONDICIONES,

DANOS TU ESPÍRITU Y HAZ

DE CARNE LOS CORAZONES, SEÑOR.

 

2.- Tu Espíritu inflama de amor nuestras vidas,

nos sigues llamando, Señor, ¿dónde estás?;

más Tú nos respondes: “me encuentras amando,”

queremos sentirte, nuestro Salvador.

 

06.- PAN Y VINO de AMOR (Brotes de Olivo)

En la tierra la sembró el sembrador,

la semilla de tu pan, Señor.

Y después el viñador trabajó en buena lid,

y las tierras ven crecer las espigas y la vid.

 

El trigo se molió en el moli-ino

rompiendo su cuerpo como tú.

La uva la pisó el hombre en el lagar,

igual que tú te dejaste pisar.

 

Y ahora, convertido en pan y vino,

tu pueblo lo ofrece en tu altar.

Conviértelos, oh, Dios, son frutos de tu amor,

en tu Cuerpo y Sangre, Señor.

 

El trigo se molió en el moli-ino

rompiendo su cuerpo como tú.

La uva la pisó el hombre en el lagar,

igual que tú te dejaste pisar.

 

Y ahora, convertido en pan y vino,

tu pueblo lo ofrece en tu altar.

Conviértelos, oh, Dios, son frutos de tu amor,

en tu Cuerpo y Sangre, Señor.

 

07.- DONDE HAY CARIDAD (Joaquín Madurga)

DONDE HAY CARIDAD Y AMOR,

 ALLÍ, ESTÁ EL SEÑOR.  (2)

 

Una sala y una mesa, una copa, vino y pan,

los hermanos compartiendo en amor y en unidad.

Nos reúne la presencia y el recuerdo del Señor,

celebramos su memoria y la entrega de su amor.

 

Invitados a la mesa del banquete del Señor,

recordamos su mandato de vivir en el amor.

Comulgamos en el Cuerpo y en la Sangre que Él nos da,

y también en el hermano, si lo amamos de verdad.

 

Este pan que da la vida y este cáliz de salud

nos reúne a los hermanos, en el nombre de Jesús.

Anunciamos su memoria, celebramos su pasión,

el misterio de su muerte y de su resurrección.

 

08.- SIEMPRE ES NUEVO EL AMOR (Emilio V. Mateu)

Amar es darse a todos los hermanos

uniendo entre las manos el gozo y el dolor.

Y al amarnos el mundo se renueva,

la vida siempre es nueva, siempre es nuevo el amor.

 

Yo sé, Señor, que, aunque hablara

las lenguas del mundo,

aunque todos me llamen profeta,

si no puedo amar soy sólo un rumor.

 

Yo sé que sabiendo las ciencias extrañas

conociendo secretos ocultos

seré poca cosa si no tengo amor.

 

Yo sé, Señor,

que aunque tenga una fe tan intensa

que traslade montañas y rocas,

de nada me sirve si no tengo amor.

 

Yo sé que aunque queme mi cuerpo en las llamas;

aunque todo lo entregue a los pobres,

si no puedo amar es todo ilusión

No tengo amor.

 

09.- AMAOS (Kairoi)

COMO EL PADRE ME AMÓ,   

YO OS HE AMADO

PERMANECED EN MI AMOR,

PERMANECED EN MI AMOR.

 

Si guardáis mis palabras

y como hermanos os amáis

compartiréis con alegría

el don de la fraternidad.

Si os ponéis en camino

sirviendo siempre la verdad

fruto daréis en abundancia,

mi amor se manifestará.

 

No veréis amor tan grande

como aquel que os mostré

Yo doy la vida por vosotros,

¡amad como Yo os amé!

Si hacéis lo que os mando

y os queréis de corazón

compartiréis mi pleno gozo

de amar como Él me amó.

 

10.-  VEN JESUS (Faustino Diez Iglesia).

Ven, Jesús, ven a mi  vida,    

dame tu fuerza para andar (Bis)

Caminar, a lo largo de esta  vida    

pero agarrados de tu mano.

Y saber     que no hay nada en este mundo

que pueda separarnos.      

 

Recordar, siendo niño ese momento

cuando supe abrir mis labios.

Descubrir mis secretos en tus manos

y decirte que te quiero.

 

Compartir, una fiesta como amigos

recordando tus palabras.

Y comer, y beber de tu alimento

que da vida en abundancia.

 

11.- NO TENGO MIEDO

Cristo, tu cruz es respuesta real

Para este mundo, para este tiempo

Que huye en temores

Tú eres camino, eres verdad, eres la vida.

 

No tengo miedo de la libertad

No tengo miedo, señor de la vida

Me quiero entregar

Toma mis manos, mi voz y mi andar

Y yo alzaré alto la cruz derramada de amor

Para que sea bandera de la juventud.

 

Tu triunfo santo que junto a mi canto

Se harán fuerte luz

Para que vean tu rostro Jesús

Hombres con sed

Hombres valientes que quieran seguir tu caminar.

 

Al verte herido reinando en la cruz

Dices mi nombre

Suenan tambores al escucharte

Oigo las voces de aquellos hombres

Que tienen hambre.

 

No tengo miedo de la libertad

No tengo miedo, señor de la vida

Me quiero entregar

Toma mis manos, mi voz y mi andar

Y yo alzaré alto la cruz derramada de amor

Para que sea bandera de la juventud

Tu triunfo santo que junto a mi canto

Se harán fuerte luz

Para que vean tu rostro Jesús

Hombres con sed

Hombres valientes que quieran seguir tu caminar.

 

Santa María, me acojo a tu amor

Pido tu fuego que arde de ruegos hoy por tus hijos

Virgen María, Rosa del cielo, oye mi canto.

 

No tengo miedo de la libertad

No tengo miedo, señor de la vida

Me quiero entregar

Toma mis manos, mi voz y mi andar

Y yo alzaré alto la cruz derramada de amor

Para que sea bandera de la juventud.

 

Tu triunfo santo que junto a mi canto

Se harán fuerte luz

Para que vean tu rostro Jesús

Hombres con sed

Hombres valientes que quieran seguir tu caminar

 

12.- HOY HE VUELTO (Cesareo Garabain)

Cuántas veces siendo niño te recé,

con mis besos te decía que te amaba,

poco a poco con el tiempo olvidándome de ti,

por caminos que se alejan me perdí,

por caminos que se alejan me perdí.

 

HOY HE VUELTO MADRE A RECORDAR,

CUÁNTAS COSAS DIJE ANTE TU ALTAR

Y AL REZARTE PUEDO COMPRENDER

QUE UNA MADRE NO SE CANSA DE ESPERAR

QUE UNA MADRE NO SE CANSA DE ESPERAR.

 

Al regreso me encendías una luz,

sonriendo desde lejos me esperabas,

en la mesa la comida aún caliente y el mantel,

y tu abrazo en mi alegría de volver,

y tu abrazo en mi alegría de volver.

 

Aunque el hijo se alejara del hogar,

una madre siempre espera su regreso,

que el regalo más hermoso que a los hijos da el Señor

es su madre y el milagro de su amor,

es su madre y el milagro de su amor.

 

13.- TE DEN GRACIAS

TE DEN GRACIAS TODOS LOS PUEBLOS,

QUE TODOS LOS PUEBLOS TE DEN GRACIAS.

 

1.-  Señor, Señor, Señor, gracias te damos,

por esta Misa que hemos celebrado.

Tu Cuerpo y Sangre ya hemos recibido,

volvemos a la vida entusiasmados.

 

2.- Señor, qué bien se vive aquí en tu casa,

en Cristo siempre unidos como hermanos.

Señor, que sea esto un anticipo del cielo

que ya estamos comenzando.